En el centenario de su fundación, la radio está más fuerte que nunca, pero con grandes retos impuestos por los avances tecnológicos y la diversidad del ser que obliga a descubrir nuevos caminos para llegar a las audiencias, expresa Lenin Martell, defensor de las Audiencias en el Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano.
En visita a Xalapa, además de hablar de la radio, expresa que los jóvenes han encontrado otras alternativas para expresarse, como el podcast, el cual “está en etapa de exploración con algunos buenos resultados y otros realmente abominables”.
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Al referirse a los “youtubers”, los “tiktokers”, los “instagrammers” y usuarios de otras plataformas, enfatiza que sucede lo mismo que con el podcast, sin embargo, afirma que su postura es positiva.
“En un mundo tan cambiante y sobre todo más con la pandemia, que vino a añadir más problemas a los ya existentes, el podcast se vuelve una válvula de escape para los jóvenes, quienes tienen muchas preguntas y cuestionamientos”.
El escritor y catedrático de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma del Estado de México opina que estos materiales sonoros están en fase experimental y es probable que más adelante venga la especialización o despegue con una posible consolidación.
Hay una realidad, enfatiza, “los jóvenes se están expresando de una manera muy sintética”. Específicamente de las radios estatales y culturales, puntualiza que “deben ser prioridad de los gobiernos para entender la problemática actual; además, para poder entretener mejor, las radios deben aprender convivir más con todas las plataformas existentes, y las que vengan”.
Entre los desafíos que la radio mexicana enfrenta, además de la tecnología, habla de la infodemia y la necesidad de educar a las audiencias con un sentido crítico, “así sabrá qué es lo que realmente vale la pena ser escuchado”.
Destaca el trabajo de las radios universitarias, “donde hay un entretenimiento que si bien no ha logrado ser plural o hablarle a todo tipo de gente, sí ha habido un esfuerzo en general que ha funcionado bien y se ha vuelto referente importante para ampliar la conversación en la vida pública”.
Entre otras necesidades, enumera la de dotar de tecnología a las radiodifusoras y de tener mejor información. Otros retos son los jurídicos, pues en esta área son muchos huecos; por fortuna, expresa, América Latina ya se interesa por abonar a este tema.
“Los gobiernos se han dado cuenta que los medios son importantes y que no son cosa de juego, no son una apéndice; en un mundo donde hay una avalancha de desinformación, los medios públicos se pueden utilizar para ordenar y regular el caos informativo”.
Apunta que el Estado tiene que dotar a las radios de condiciones jurídicas, políticas y administrativas para que los sistemas de comunicación puedan operar y mejorar para las audiencias, y para que los ciudadanos puedan ejercer mejor su derecho a la comunicación.
Lenin Martell acepta que muy pocas personas tienen una cultura sobre derechos de las audiencias pero la discusión se está intensificando y los defensores sí trabajan al respecto.
Hay interés, dice, por hacer talleres de audiencias críticas en lugares marginados para que las personas se puedan beneficiar de saber que la información es un derecho, que es de ellos y que practicarlo tendrá un impacto en sus vidas.
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Lenin Martell estuvo en la capital del estado y afirmó que la radio amplía la discusión en espacios públicos de temas importantes para la sociedad. En la presentación del libro “El imaginario de lo público en la radio”, en el auditorio de Radio de la Universidad Veracruzana , mencionó que los medios de comunicación en conjunto con las plataformas digitales han creado nuevos ecosistemas de conversación.
“Estas formas novedosas de comunicar tienen la oportunidad de originar cambios valiosos que beneficien a la sociedad, al dar voz a los distintos grupos que la integran”.
