Papantla, Ver.- El muralista y artista plástico Teodoro Cano García, dejó su legado en distintas partes del Estado de Veracruz, desde pinturas, monumentos y murales, siendo que de éstos últimos, resalta uno de los más coloridos que plasmó precisamente aquí en su natal Papantla, llamado "La Destrucción del Hombre".
Dicho mural suele pasar por desapercibido, tanto para los mismos papantecos, como para los turistas, aunque cuando lo descubren, quedan maravillados por sus figuras y sus colores, en los que destacan a la vista, el amarillo, así como distintos todos de rojo y azul.
Y es que ésta obra, realizada en el año de 1977, por Teodoro Cano García, asistido por Óscar Granillo, fue pintada al óleo en la parte interior del domo del kiosko del Parque Central Israel C. Téllez, mural que lleva por nombre "La Destrucción del Hombre".
Según la explicación, que se encuentra en una placa montada en la segunda planta del kiosko, refiere que el muralista papanteco, usó grafismos de origen náhuatl en los que está representado Tonatiuh, el sol (Chichiní, traducido al totonaco), como eje central de la vida en la cosmogonía de los pueblos prehispánicos.
Así mismo, el universo está representado por el cielo y las estrellas, los cuatro puntos cardinales y los cuatro elementos naturales, agua, aire, fuego y tierra, los cuales han determinado algunos ciclos de destrucción, como el diluvio bíblico, las inundaciones, los tornados arrasadores, la lluvia de fuego en algunas montañas, o los terremotos catastrófico, pero que también, se señala, se transforman en signos de fertilidad o de amor, que el hombre debe saber aprovechar una y otra vez para construir de nueva cuenta su destino.
Sólo resta hacer mención, que desde su creación, el mural ha sido objeto de restauraciones con el objetivo de seguir conservando su colorido y sea un atractivo más para los turistas que visitan la zona centro de la ciudad de Papantla.
¿Quién fue Teodoro Cano García?
Teodoro Cano García, es considerado el más grande artista de papanteco, cuya fama trascendió más allá del Estado de Veracruz, nacido precisamente en la ciudad de Papantla el 29 de mayo de 1932, y fallecido en Xalapa el 23 de abril del 2019.
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Realizó los estudios de educación básica en su tierra natal, mientras que su formación académica, como maestro en Artes Plásticas, fue en la Academia de San Carlos de la Universidad Nacional Autónoma de México de 1947 a 1951.
En 1952 le fue otorgada la Medalla Justo Sierra y el diploma correspondiente, así como un premio extraordinario de aprovechamiento al mejor pasante en la carrera de maestro en Artes Plásticas de la Academia de San Carlos.
Otro hecho relevante, y que son duda marcaría su amplia y reconocida carrera, fue que mientras estudiaba, sirvió como ayudante de sus maestros, Diego Rivera y José Chávez Morado, en los trabajos de los murales de Ciudad Universitaria, ubicados en el grandioso Estadio Olímpico, en la biblioteca y en los edificios de la Facultad de Ciencias de la UNAM.
¿En qué lugares del país realizó murales?
Teodoro Cano García, durante la cúspide de su carrera, realizó murales en Veracruz, Campeche, Yucatán, Tamaulipas, Coahuila, Sinaloa, Quintana Roo y Colima. Aquí en la entidad veracruzana, su obra quedó magníficamente plasmada en imponentes trabajos como, los relieves que se encuentran en la entrada de la zona arqueológica del Tajín, el mural en relieve Homenaje a la Cultura Totonaca, que se encuentra en el muro de contención de la catedral, usando por primera vez la técnica de concreto armado, con dimensiones de 80 metros de largo por 4 metros de altura, y el monumento El Volador de 24 m de altura.
Asimismo, sobresale la escultura de El Cristo Redentor, con una altura de 31.5 metros en la ciudad de Tihuatlán; en Xalapa, destacan los murales en relieve Historia de la Medicina en el Centro de Alta Especialidad "Doctor Rafael Lucio", Historia de la Educación en la Escuela Normal Veracruzana, las Pinturas del Mural, La Historia del Movimiento Agrarista en la Confederación Nacional Campesina y La Psicología en la Antigua Escuela de Psicología de la Universidad Veracruzana.
Teodoro Cano García murió a los 87 años de edad, dejando detrás de él, un gran legado, que a resumidas cuentas, es posible afirmar, con verdad absoluta, que parte de la cultura e historia de Papantla no se podría comprender sin la obra de su ilustre hijo, que supo plasmar con su arte el amor a su tierra y sus raíces.
