A pesar del esmero y creatividad de los artesanos mexicanos, los juguetes tradicionales ya no son tan requeridos por los niños. “Ellos lo que quieren son celulares, consolas y videojuegos, no yoyos, trompos, baleros, carritos de madera o muñecas de trapo”, aseguran quienes ya han instalado sus puestos de juguetes en Xalapa con la ilusión de que, por aproximarse el Día de Reyes, repunten las ventas.
La realidad de los artesanos de la capital del estado es la misma para los demás fabricantes en el país, situación que desde el año pasado ya es atendida por algunas instituciones culturales. Dos ejemplos son el Museo del Juguete Tradicional Mexicano, que abrió sus puertas en Aguascalientes, y la Feria “El juguete popular mexicano”, que se desarrolló en el Museo Nacional de Culturas Populares con la presencia de artesanos de todo el país; se espera tenga su segunda edición en julio próximo.