El pasado mes de agosto el colectivo xalapeño Ese perro está enroscado presentó en la Muestra Estatal de Teatro una de sus propuestas, Grises, con la cual dejó claro que sus intereses son invitar al público a reflexionar sobre cómo vive actualmente la sociedad.
Con una mirada crítica, pero al mismo tiempo propositiva, los actores han continuado su labor y ayer estrenaron El muerto imaginario, que en explicación del mismo grupo “desarrolla el tópico del positivismo violento, que estudia el porqué en la sociedad actual no podemos darnos el lujo de sentir emociones genuinas o pensamientos profundos, obligándonos a usar siempre nuestra mejor cara, demostrar la mejor actitud y buscar la felicidad personal, quedando relegados el dolor, la envidia, el odio, la tristeza, el rencor o los celos, con la idea de que la negatividad se contrapone a la vida”.
A nombre de Ese perro está enroscado, el dramaturgo y director Vladimir Arzate Núñez expresa que se han dado cuenta que “los espacios de reflexión están siendo reemplazados por el entretenimiento, la comedia barata y por espectáculos huecos; algo que resulta peligroso”.
En el caso del teatro, opina que “vende porque quiere llenar a los espectadores de colores, alegría, positividad..., de algo que los haga sentir bien momentáneamente, aunque a futuro ese sentimiento agradable termine por destruirlos”.
Su propuesta es ofrecer teatro que contribuya al conocimiento, motivo por el cual El muerto imaginario continuará funciones el 20 y 27 de septiembre y el 4 y 11 de octubre, a las 20:30 horas en el foro El Búnker, ubicado en calle Perú número 2, entrando por Ávila Camacho. En este mismo lugar, hoy a las 20:30 y mañana y el domingo a las 19:30, escenifican La más fuerte, versión libre del texto de August Strindberg, con actuaciones de Erandi Martínez y Frida Zenil.
Con estas propuestas y las que ya tienen en repertorio, “Ese perro está enroscado apuesta a defender el conocimiento y hacerlo atractivo ante el espectador; a tal grado que hagamos de la tragedia, la decadencia y el dolor un punto de encuentro crítico”.