Un vistoso despliegue coreográfico y escenográfico con música en vivo, enmarcó el inicio de temporada en el Auditorio Nacional de El Cascanueces con la Compañía Nacional de Danza del INBA, el cuento de Navidad más famoso del ballet clásico que emocionó al respetable en su estreno.
Con la dirección de Mario Galizzi la majestuosa puesta en escena tendrá funciones los 17, 19 y 23 y se ha convertido en una tradición decembrina, la cual en su estreno lució en todo su esplendor en un escenario de 240 metros cuadrados para trasladar a los presentes a la Rusia Zarista, con su lujo y fastuosidad, además del encanto dancístico y el sonido característico de las piezas compuestas por Piotr Ilich.
La magia de El Cascanueces en el recinto de Reforma comenzó en su primera función desde el lobby del lugar donde familias enteras acudieron. Un enorme sillón sirvió para que los asistentes, se tomarán la foto del recuerdo, mientras unas figuras de soldaditos rojos daban la bienvenida a los visitantes.
No faltó el trineo con un fondo que evocaba paisajes escandinavos para captar otra imagen alusiva a la época navideña. Ya instalados todos en el teatro y a la voz de “tercera llamada”, las notas de la Orquesta del Teatro de Bellas Artes, dirigida por Srba Dinic anunciaban que la puesta en escena estaba a punto de comenzar.
Un gran huevo de Fabergé se abrió para dar comienzo a este viaje por la fantasía a cargo de los bailarines mexicanos quienes acompañados por una renovada producción respondieron a la coreografía de Nina Novak, en medio de un cambio de luces de colores tenues que trasladaban a los presentes a un mundo de ensueño.
La trama inicia en la casa de los Stahlbaum en la víspera de Navidad, donde Clara, su hermano Fritz y sus padres se preparan decorando el árbol para la fiesta de esa noche con amigos y familia. De pronto aparece Drosselmeyer, el padrino de la muchacha quien le regala un cascanueces con su traje de soldado, pero su hermano siente envidia y lo rompe. Y a media noche como en un hechizo todo se hace miniatura y empiezan a desfilar personajes como un ejército de soldados de jengibre y los ratones dirigidos por su rey, además de una odalisca.
En dos actos, esta historia con la obertura de Chaikovski marca cada una de las situaciones como cuando las hadas y reinas bailan y finalmente las danzas se trasladan al reino de los dulces y Clara se despierta frente al árbol de navidad, todo esto por medio del ballet y una historia que ha sido la favorita de grandes y pequeños para exaltar el espíritu navideño.
Cabe mencionar que la Compañía Nacional de Danza de Bellas Artes mostró una vez más su virtuosismo con este montaje que lució una renovada producción en su escenografía e iluminación y que mereció la ovación de los presentes en su primera función en el Coso de Reforma.
