En el campo todos corrían, unos para salvaguardarse y otros para pelear. El “diablo se había desatado”. El estadio Antonio M. Quirasco vivía en su interior una guerra, una batalla campal en la que intervinieron jugadores y seguidores de los equipos Dique y Colfraima, los más bravos de Xalapa.
Fue la final de futbol de la Liga Universitaria, el 15 de marzo de 1986, en aquellos tiempos cuando en esta ciudad había futbol en la categoría libre, cuando cada equipo de barrio o colonia traía en sus filas a 11 verdaderos guerreros que daban hasta la vida por defender el color de su casaca.
Los de la colonia Francisco I. Madero no eran la excepción, cada uno de sus integrantes era un gladiador en el terreno de juego. En ocasiones los acusaban de contar con un equipo con un estilo demasiado rudo, con una defensa que causaba miedo a muchos delanteros que enfrentaban; sus solos apodos provocaban temor y regularmente no los encaraban, a sabiendas que de esquivarlos recibirían tremendo patadón.
Ese momento histórico quedó bien marcado en la memoria de sus protagonistas, pero para mala fortuna del Colfraima perdieron la final ante su acérrimo rival, el Dique, que con goles del Pájaro Saúl Cortés y del Pato Benjamín Hernández se alzaron con la corona.
Pero lo que sucedió al silbatazo final del árbitro ya se presagiaba. La gresca motivada por el odio y rencor entre ambos integrantes de los dos barrios duró algunos minutos, tiempo en el que todos se enfrascaron en peleas individuales, como antes dijeran “se rifaron un tirito”.
Los minutos que duró el pleito parecían interminables, como si el tiempo se hubiera detenido, sólo se escuchaban gritos de quienes veían que era agredido un amigo o un familiar. El pandemónium en pleno… la cosa estaba fuera de control, pues en ese zafarrancho el portero del Colfraima, Manuel Trillo, el Manero, recibió un botellazo en la cabeza que lo hizo sangrar, luego se escucharon unas detonaciones al aire accionada por un porrista del Colfraima… y un silencio invadió el lugar… poco después la normalidad llegó al coloso de la calle Cayetano Rodríguez, y ya calmados los ímpetus volvieron a sus respectivos barrios, todos a festejar, unos por la victoria y otros por la derrota, pero eso sí, iban bien molonqueados y con las huellas de una bronca que se volvió histórica.
Esa apenas fue una breve historia de un equipo que se formó hace 50 años en la colonia Francisco I. Madero, en esas calles donde sin duda se jugaba el mejor futbol del mundo, pues a los entonces chamacos no les importaba utilizar piedras como porterías, ni tener que cuidarse de los autos por temor a ser atropellados.
TRES PILARES
Tres de sus piedras angulares nacidos en ese barrio bravo son Jorge García Hernández, Miguel Ángel Maldonado Hernández y Alfredo Roa Morales, quienes recordaron sus inicios en el equipo, lo que significó para ellos y para el balompié local.
El famoso Dientes Jorge García Hernández, un defensa central de baja estatura pero con un corazón de un león por la fiereza a la hora de defender a su club dijo: “Nací en el número 44 de la calle Costa Rica, donde empecé a jugar a los 12 años; todos en el barrio íbamos a la escuela, eran esos tiempos en que se les rendía respeto y atención a los padres, pero ahora no, ‘o sea ya te tocó que fueras mi papá, pues chido y adiós’… la gente cambia”.
Un recuerdo no muy agradable fue sobre ese mencionado juego contra Dique, en plena bronca les quitaron el banderín con el logotipo del equipo que habían armado, “el logotipo lo creó el profesor Agustín Jácome Córdova, personaje también muy apreciado en la colonia, pero en eso de los trancazos que se lo roban”, recordó.
Por su parte el Baby Miguel Ángel Maldonado, con paso por el balompié rentado con el UV Xalapa, y fundador también del equipo, reconoció que es un orgullo haber representado ese barrio, “no hay que negarlo, porque me dicen de dónde eres, ‘yo no digo soy de Veracruz, yo digo, soy de Xalapa, y salí del Colfraima…’ oye ¿que eran bravos y cabrones no?, sí, pero yo salí del Colfraima, yo también era bravo, también me expulsaban, pero mi juego era un poquito más.
“Colfraima es de los equipos que tiene más historia en el futbol de Xalapa, superando a muchos de los equipos incluso de mayor antigüedad, tanto en lo deportivo, como en los resultados, y también en general el famoso semillero, que van saliendo las nuevas generaciones”, concluyó el también campeón nacional con la UV en la modalidad de futbol rápido.
Esto va a quedar como constancia de lo que ha sido el Colfraima, sus tradiciones, su vida deportiva, la porra y los grandes amigos, que la gran mayoría seguimos preservando, muchas gracias por darnos esta oportunidad”.
Alfredo Roa Morales
Fundador del Colfraima