Ante las estadísticas que indican el consumo de drogas a edades cada vez más tempranas, la psicoterapeuta Rosita Elvira Cruz Silva recomienda fortalecer desde la familia y la escuela los factores protectores, especialmente en adolescentes.
Expresa que los adolescentes con problemas mentales y emocionales son particularmente vulnerables a tomar decisiones equivocadas, más aún si la influencia de ciertos grupos sociales impera en la forma de solucionar sus problemas.
“Los adolescentes no necesitan autoridad, necesitan referentes”, declara la especialista en salud mental, quien observa en la actualidad a personas adultas que se mantienen como adolescentes y quieren así resolver problemas de sus hijos o familiares.
En el segundo “Foro Nacional de Prevención, Tratamiento de Adicciones, Consejería y Salud Mental”, coordinado por la Universidad del Conde, subrayó que los factores protectores pueden contribuir a prevenir o reducir la probabilidad de que se presenten problemas de salud mental o conductuales.
De haber carencia, dice que hay mayor propensión a sentir la exclusión social, experimentar discriminación y enfrentarse a problemas de estigmatización que afectan a la disposición a buscar ayuda.
Habrá además un mayor riesgo a presentar dificultades educativas, comportamientos de riesgo, mala salud física y violaciones de derechos humanos, sostiene para luego añadir que, por el contrario, hay elementos que pueden contribuir a la prevención.
¿Cuáles son los factores protectores para prevenir?
La maestra en Psicoterapia infantojuvenil relacional Gestalt explica que se trata de apoyos que pueden ser individuales, familiares, sociales o comunitarios y actúan como escudos que protegen a los jóvenes de los riesgos y las situaciones adversas.
El primer punto para trabajar con adolescentes es que las personas tengan resuelta su propia adolescencia, porque aunque ocurre entre los 10 y 19 años, y puede extenderse hasta los 23, hay adultos que se mantienen con conductas y comportamientos de esta etapa.
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En general, la recomendación que da para tratar a los adolescentes es brindarles amor, escucharlos, hacerles saber que son importantes, darles referentes, cuidar que tengan capacidad de superación y que cultiven amistades.
También, que busquen el crecimiento personal y vean la importancia de la salud, el trabajo y la generación responsable y digna de recursos económicos, todo con un enfoque humanista, tomando en cuenta su contexto, edad, madurez y grupo social.
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¿Qué es la resiliencia?
Recalca que la resiliencia es la habilidad emocional, cognitiva y sociocultural para reconocer, enfrentar y transformar situaciones constructivamente que causan daño o sufrimiento, o amenazan el desarrollo personal.
Aunque inicialmente se pensó que se nacía siendo resiliente, apunta que después se observó que hay quienes poseen esta capacidad y otros no. Entonces, se descubrió que pueden aprenderse ciertas actitudes o maneras de enfrentar positivamente los contratiempos.
Detalla que algunos factores que promueven la resiliencia en adolescentes son la empatía del adulto, el reconocimiento como grupo de valor, la participación protagónica, el estímulo del autocontrol y el reconocimiento como persona.
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Anota que hay beneficios de la filosofía a la manera clásica, con enfoque en tener amor por la sabiduría, descubrir el arte de vivir para el autoconocimiento y desarrollo de cualidades, así como procurar el amor y la voluntad.
Sin importar edad, otra recomendación es practicar “mindfulness”; asegura que ayuda a desempeñarse mejor en prácticamente todos los aspectos de la vida. Lo mejor es que hay guías en Internet.
