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ACTOPAN, Ver.- Desde hace ocho años, Arnulfo Ávila Morales se dedica a la venta de leche bronca de una manera creativa, pues para atraer a sus clientes recorre un sinnúmero de comunidades a la vez que pregona: "¡Leche, queso y requesón; hoy les puse poquita agua!".
¿De dónde trae la leche bronca Arnulfo?
Lo anterior suele provocar sonrisas entre la población, además de que con ello se ha ganado la simpatía de habitantes y más clientes. La leche la adquiere con ganaderos de Trapiche del Rosario, su tierra natal y su jornada diaria comienza antes de las 7 de la mañana.
Al día, vende al menos 200 litros de leche bronca y en caso de que no venda toda, la utiliza ese mismo día para la elaboración de quesos y requesón totalmente frescos.
Para realizar los recorridos utiliza una motocicleta, en la que adaptó contenedores y una hielera que le permita mantener la leche y quesos frescos. "Llegó el de la leche, seño; hoy le eché poquita agua, seño", grita cada vez que llega a alguna de las comunidades para anunciar sus ofertas.
El litro de leche lo da en 12 pesos, en comparación de los aproximadamente 21 pesos que vale el litro de fórmula láctea en tiendas.
¿A qué se dedicaba Arnulfo antes de vender leche bronca?
Antes de dedicarse a la venta de leche, Arnulfo recorría las mismas comunidades para comercializar agua embotellada. A esa actividad le dedicó 14 años y tras perder ese empleo, optó por trabajar como lechero.
"Yo tenía una clientela de conocidos, entonces se me hacía fácil arrancar con algo mío y lo arranqué gracias a Dios; me costó mucho trabajo despegar, pero nunca dejó de funcionar", manifiesta.
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En esas comunidades hay más repartidores de leche, pero Arnulfo es el único que diariamente recorre Trapiche del Rosario y comunidades aledañas para ofrecer leche y queso con su peculiar estilo. "Entro a los pueblos y salgo, es puro andar como un rehilete", sostiene con una agradable sonrisa.
"Por acá, mucha gente se dedica a vender malteadas, hielos de leche y dulces de jamoncillo, por lo que debido al sabor y al rendimiento, la leche bronca es la número uno", destaca mientras sube a su moto para continuar con sus recorridos.
