Fue en la década de los años 70 cuando las rutas para traficar cocaína de Colombia hacia Estados Unidos comenzaron a establecerse.
Su consumo en aquel país se incrementó y para la década siguiente ya era la más adquirida por todos los sectores socioeconómicos. Aunque muchos relacionan este fenómeno con Pablo Escobar, lo cierto es que hubo alguien que abrió los caminos de esa historia: Griselda Blanco, mejor conocida como
La reina de la cocaína. Su historia de formación, éxito y posterior caída ahora son retratados en la película televisiva Griselda: La reina de la cocaína, protagonizada por la ganadora del Oscar, Catherine Zeta-Jones, y con la dirección del mexicano Guillermo Navarro, quien debuta como director con esta cinta que mañana se estrena por Lifetime a las 22 horas.
“Es la historia de una mujer en un mundo de hombres”, describe Navarro a esta producción sobre la mujer que también era conocida como La viuda negra.
“Esta película abre la posibilidad de contar una historia como es la del narcotráfico pero vista desde la perspectiva de una mujer, lo cual permite muchas opciones narrativas”, comenta el ganador de un Oscar por su trabajo de fotografía en El laberinto del Fauno de Guillermo del Toro.
La relación del director con el tema de las drogas no es nueva. En 2015 dirigió dos capítulos de la primera temporada de Narcos. “Es algo que me ha interesado mucho, pues es un tema muy preocupante que es importante entender, así como la corresponsabilidad de los grandes mercados que la consumen”, comenta. Sin pensar en una apología del delito retomando la figura de Griselda, Guillermo defiende su trabajo explicando que este es un proyecto que busca descubrir las raíces de un problema que aún permea a gran escala en nuestros días. “La expectativa es hacer una película para hablar sobre la comprensión del asunto, es un problema del mundo entero que genera mucha violencia y destruye vidas”.
“No todas las películas o series que hablan del tema profundizan mucho al respecto. Creo que es un problema más amplio que el del crimen; obviamente es un componente pero va mucho más allá”, señala el director.
