Los argentinos Marco Viera y Lucio Consolo, el dueto de música electrónica Peces raros, al llegar a 10 años en la escena dance, experimentan sin empacho con la Inteligencia Artificial.
Por cuarta vez vienen a México, y se presentarán en el Frontón México el próximo 9 de octubre, para actuar posteriormente en Guadalajara y en el Festival Pulso GNP de Querétaro.
Recientemente lanzaron “Nada para siempre”, el cuarto corte de su quinto álbum, titulado “Artificial”, el cual, explicó Marco Viera, “abrazamos como una suerte de posicionamiento ante la idea misma de lo artificial y natural, porque nuestro camino ha sido la fusión y el diálogo entre lo que es el lenguaje de las máquinas ligado a la música electrónica, y lo que es el lenguaje más orgánico, relacionado al rock.
“Se le asigna lo artificial a la electrónica, como si ahí no hubiese algo orgánico. Nosotros no consideramos que sea así, la música electrónica puede contener una gran profundidad emocional y evocar perfectamente todo ese mundo llamado natural. Uno puede hacer música con máquinas que esté imbuida de emocionalidad y profundidad”, agregó.
Para Marco Viera, “la misma idea de belleza es una cuestión artificial, porque una flor que sea bella es un artificio nuestro. Nuestros ojos construyen permanentemente artificios que se ven naturales en el mundo, nuestro posicionamiento es que nada escapa a lo artificial, es lo queremos decir al abrazar como concepto y título del álbum”.
Lucio Consolo reconoce que al hacer las canciones, “las escribimos como hablamos”, mientras que Marco expresa: “No hemos encontrado un límite en la implementación de herramientas electrónicas, no tenemos ningún inconveniente en usar la Inteligencia Artificial para armar una letra si la necesitamos, y si nos sirve, bienvenida sea, porque ha habido una narrativa un poco alarmista respecto al avance de lo artificial, a lo más cercano de proyecciones distópicas de ciencia ficción en la que las máquinas finalmente nos van a dominar.
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“Nosotros creemos que todas estas herramientas están a disposición nuestra porque las hicimos nosotros y están para ser usadas y explotadas por nosotros; no le tenemos miedo a eso, o por ahora no le hemos encontrado límite”.
Argumentó que el único tope que se ponen está en la calidad de sus letras, “queremos hacer canciones en esa pulseada entre el rock y la electrónica o la música tocada y la música de máquinas; encontramos distintos balances posibles, a veces estamos más cerca de la música de pista y la canción ahí sufre alteraciones significativas; son experimentos que nos permitimos hacer”.
Lucio complementa que “es algo que nos divierte mucho, el timbre, la sonoridad, más allá que la arquitectura, lo que importa es cómo suena y el aspecto emocional es muy importante”.
Los artistas que estuvieron en el Vive Latino en marzo pasado, hablaron de la actual escena musical en Argentina en la que ellos están situados:
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“Han sucedido muchas escenas musicales desde que aparecimos nosotros en el 2014. Circuitos, sonidos, estéticas varias como el sonido urbano. De todas esas escenas que surgen, nunca formamos parte en forma total y sí dialogamos con ellas, como con Trueno.
“Siempre le apostamos a nuestro sonido, a nuestra estética y confiamos en que la gente se acercará al proyecto porque se identifica con el concepto. Nuestra idea es no formar parte, pero no estar demasiado lejos”, comenta Marco.
