/ viernes 16 de diciembre de 2016

Maestro impulsa estrategia de comercialización de hongos silvestres

Xalapa, Ver.- ¿Cómo saben las comunidades cuándo es tiempo derecolectar o de cazar?, ¿porqué son capaces de identificar quéespecies hay y en dónde están sólo con ver el clima?, ¿cómoleen las “señas” que encuentran en el bosque?

Estos planteamientos son los que estudia el doctor en Ciencias,Luis Pacheco Cobos, junto a sus alumnos; se trata de Ecologíaconductual humana y desde hace dos años monitorean a doscomunidades dedicadas a la recolección de hongos comestiblessilvestres, en Las Vigas.

Pacheco nos explicó que su investigación aborda cómo laspersonas, en este caso un grupo de personas, se relacionan condiferentes paisajes, recursos forestales o diferentes sistemas deproducción; busca saber “cómo procesan la información o cómoprocesamos la información y tomamos decisiones para aprovechar dela mejor manera los recursos que necesitamos o que creemos quenecesitamos”, indicó el docente de la Facultad de Biología dela UV.

La idea de trabajar con recolectores de hongos silvestrescomestibles nació durante una estancia que realizó en Tlaxcala,en La Malinche; al llegar a Veracruz lo puso en práctica en ElLlanillo Redondo y después amplió la investigación a El Paisano,ambas comunidades de Las Vigas.

El proyecto consiste en monitorear y llevar un registro de aqué sitios acuden los recolectores para encontrar los hongos; demanera intuitiva o basados en la experiencia ellos se mueven por elbosque y van a sitios específicos según la clase de hongo quequieran encontrar.

El grupo de investigación realiza una caminata con ellos, ymediante un sistema GPS van haciendo un registro exacto del lugar:“Usamos el método de registro con GPS para estudiar la ecologíade los hongos comestibles como un alternativa basada en elconocimiento local, de qué hongos usan las personas de cualquierlugar; la idea es trabajar con esas personas para monitorear dóndeestán y cuántos hongos hay en una zona determinada”, indicóPacheco.

Agregó que “cuando van a buscar hongos las personasgeneralmente ya saben adonde van a ir, dependiendo de adonde hanido en días pasados, dependiendo de cuanto han visto que llueve osegún el hongo que quieran buscar; conductualmente ese tipo deinteracción es interesante de estudiar y registrar, porque aunquevayan y no esté el hongo, si ellos saben que está ahí,ecológicamente nos dice cuando está y cuando no”.

A lo largo de los dos años de trabajo han llevado a cabotalleres, huertos, elaboración de productos, recetarios y hastamuestras gastronómicas. La idea es capacitar a los recolectorespara que el aprovechamiento del recurso sea eficaz y a la vezvigilar que no se agote.

En este proceso sus estudiantes han participado activamente“en la planeación y ejecución de talleres en la telesecundariay telebachillerato, donde la idea es compartir lo que nosotrossabemos sobre ecología de hongos y este rastreo de rutas; ydialogar con ellos sobre lo que ellos saben y conocen de los hongospara hacer un registro conductual de los recolectores”.

Los universitarios han llevado avances del proyecto a diferentesforos de ciencia, lo que ha permitido que otras disciplinas ocolegas se acerquen a él y aporten ideas.

AUTOEMPLEO CONTRA MIGRACIÓN

Para el docente Luis Pacheco Cobos es vital que las comunidadesaprendan aprovechar los recursos naturales con los que cuentan,porque “es un recurso que está ahí a su alrededor, que conoceny podrían darle un manejo productivo para que a través detécnicas de secado, empaque y comercialización generar autoempleoen la comunidad y así no tener que irse de ahí; ése sería elideal; muchos de los hongos que ahí hay en el mercadointernacional tienen muy buen precio”.

Sin embargo, una de las principales limitantes es el propiointerés de los recolectores, pues “la idea suena bien pero surgedel lado académico, entonces ellos tienen que tomarlo como propiopara que lo puedan ejecutar; además que no verán un beneficio acorto plazo, entonces ellos no están muy dispuestos a esperarcinco, 10 años a que obtengan beneficio si pueden obtenerlo deforma inmediata haciendo otra actividad”, explicó Pacheco.

Con todo, indicó que pese a lo que pudiera pensarse es en losjóvenes donde ha encontrado mejor eco a usar la tecnología parala recolección: “A los más jóvenes les llama la atención, poreso comenzamos los talleres en las escuelas, porque ellosfinalmente se están formando y ahí sería mucho más fácil hacerla colaboración con la comunidad, gestionar recursos para lacomercialización de hongos”.

APRENDER A CONSUMIR

Otro fenómeno al que se enfrentan es a la deforestación, locual baja la producción de hongos silvestres comestibles e inclusola desaparición de algunas especies. Sin embargo el doctoregresado de la UNAM indica que es un problema que no se puedeerradicar tan fácilmente.

“Hay que aprender a compaginarlo con las necesidades actuales,sobre todo porque trae un beneficio inmediato (para el dueño de latierra) y la idea de los hongos hay que entenderla a largoplazo”, explicó.

De acuerdo con estudios de la zona del Cofre de Peroterealizados en los 80 habían unas 30 especies diferentes de hongoscomestibles, hasta ahora de acuerdo a la estimación que realiza elequipo del doctor Pacheco han hallado apenas unas 20 o 25.

Aunque fue cauto en manejar cifras y prefirió no dar unaaproximación, los datos revelarían que hay una paulatinadesaparición de especies en la zona.

Por lo pronto ellos se concentran en “registrar qué tantoproduce el bosque; lograr que la comunidad se apropie del recurso ysepan manejarlo sin acabarlo, y más a largo plazo poder estableceruna estrategia de comercialización; todo está relacionado, porquesi el bosque está sano va a poder seguir produciendo ybeneficiándolos”.

A nivel personal Pacheco Cobos nos cuenta sobre sussatisfacciones que, lejos de estar ligadas a los resultados de suinvestigación, tienen que ver con la convivencia humana: “Cuandocomencé a estudiar biología yo no me esperaba que terminaríatrabajando con personas, porque uno piensa en otros organismos:animales, invertebrados, y cuando me di cuenta que podía trabajarcon las personas… bueno, en realidad somos otra especie y conocera otras personas, formas de ver la vida, historias, compartircomida que es una forma de acercarse más a otros, y aprender unpoquito de cada quien, han sido las mejores satisfacciones que hetenido”.

Xalapa, Ver.- ¿Cómo saben las comunidades cuándo es tiempo derecolectar o de cazar?, ¿porqué son capaces de identificar quéespecies hay y en dónde están sólo con ver el clima?, ¿cómoleen las “señas” que encuentran en el bosque?

Estos planteamientos son los que estudia el doctor en Ciencias,Luis Pacheco Cobos, junto a sus alumnos; se trata de Ecologíaconductual humana y desde hace dos años monitorean a doscomunidades dedicadas a la recolección de hongos comestiblessilvestres, en Las Vigas.

Pacheco nos explicó que su investigación aborda cómo laspersonas, en este caso un grupo de personas, se relacionan condiferentes paisajes, recursos forestales o diferentes sistemas deproducción; busca saber “cómo procesan la información o cómoprocesamos la información y tomamos decisiones para aprovechar dela mejor manera los recursos que necesitamos o que creemos quenecesitamos”, indicó el docente de la Facultad de Biología dela UV.

La idea de trabajar con recolectores de hongos silvestrescomestibles nació durante una estancia que realizó en Tlaxcala,en La Malinche; al llegar a Veracruz lo puso en práctica en ElLlanillo Redondo y después amplió la investigación a El Paisano,ambas comunidades de Las Vigas.

El proyecto consiste en monitorear y llevar un registro de aqué sitios acuden los recolectores para encontrar los hongos; demanera intuitiva o basados en la experiencia ellos se mueven por elbosque y van a sitios específicos según la clase de hongo quequieran encontrar.

El grupo de investigación realiza una caminata con ellos, ymediante un sistema GPS van haciendo un registro exacto del lugar:“Usamos el método de registro con GPS para estudiar la ecologíade los hongos comestibles como un alternativa basada en elconocimiento local, de qué hongos usan las personas de cualquierlugar; la idea es trabajar con esas personas para monitorear dóndeestán y cuántos hongos hay en una zona determinada”, indicóPacheco.

Agregó que “cuando van a buscar hongos las personasgeneralmente ya saben adonde van a ir, dependiendo de adonde hanido en días pasados, dependiendo de cuanto han visto que llueve osegún el hongo que quieran buscar; conductualmente ese tipo deinteracción es interesante de estudiar y registrar, porque aunquevayan y no esté el hongo, si ellos saben que está ahí,ecológicamente nos dice cuando está y cuando no”.

A lo largo de los dos años de trabajo han llevado a cabotalleres, huertos, elaboración de productos, recetarios y hastamuestras gastronómicas. La idea es capacitar a los recolectorespara que el aprovechamiento del recurso sea eficaz y a la vezvigilar que no se agote.

En este proceso sus estudiantes han participado activamente“en la planeación y ejecución de talleres en la telesecundariay telebachillerato, donde la idea es compartir lo que nosotrossabemos sobre ecología de hongos y este rastreo de rutas; ydialogar con ellos sobre lo que ellos saben y conocen de los hongospara hacer un registro conductual de los recolectores”.

Los universitarios han llevado avances del proyecto a diferentesforos de ciencia, lo que ha permitido que otras disciplinas ocolegas se acerquen a él y aporten ideas.

AUTOEMPLEO CONTRA MIGRACIÓN

Para el docente Luis Pacheco Cobos es vital que las comunidadesaprendan aprovechar los recursos naturales con los que cuentan,porque “es un recurso que está ahí a su alrededor, que conoceny podrían darle un manejo productivo para que a través detécnicas de secado, empaque y comercialización generar autoempleoen la comunidad y así no tener que irse de ahí; ése sería elideal; muchos de los hongos que ahí hay en el mercadointernacional tienen muy buen precio”.

Sin embargo, una de las principales limitantes es el propiointerés de los recolectores, pues “la idea suena bien pero surgedel lado académico, entonces ellos tienen que tomarlo como propiopara que lo puedan ejecutar; además que no verán un beneficio acorto plazo, entonces ellos no están muy dispuestos a esperarcinco, 10 años a que obtengan beneficio si pueden obtenerlo deforma inmediata haciendo otra actividad”, explicó Pacheco.

Con todo, indicó que pese a lo que pudiera pensarse es en losjóvenes donde ha encontrado mejor eco a usar la tecnología parala recolección: “A los más jóvenes les llama la atención, poreso comenzamos los talleres en las escuelas, porque ellosfinalmente se están formando y ahí sería mucho más fácil hacerla colaboración con la comunidad, gestionar recursos para lacomercialización de hongos”.

APRENDER A CONSUMIR

Otro fenómeno al que se enfrentan es a la deforestación, locual baja la producción de hongos silvestres comestibles e inclusola desaparición de algunas especies. Sin embargo el doctoregresado de la UNAM indica que es un problema que no se puedeerradicar tan fácilmente.

“Hay que aprender a compaginarlo con las necesidades actuales,sobre todo porque trae un beneficio inmediato (para el dueño de latierra) y la idea de los hongos hay que entenderla a largoplazo”, explicó.

De acuerdo con estudios de la zona del Cofre de Peroterealizados en los 80 habían unas 30 especies diferentes de hongoscomestibles, hasta ahora de acuerdo a la estimación que realiza elequipo del doctor Pacheco han hallado apenas unas 20 o 25.

Aunque fue cauto en manejar cifras y prefirió no dar unaaproximación, los datos revelarían que hay una paulatinadesaparición de especies en la zona.

Por lo pronto ellos se concentran en “registrar qué tantoproduce el bosque; lograr que la comunidad se apropie del recurso ysepan manejarlo sin acabarlo, y más a largo plazo poder estableceruna estrategia de comercialización; todo está relacionado, porquesi el bosque está sano va a poder seguir produciendo ybeneficiándolos”.

A nivel personal Pacheco Cobos nos cuenta sobre sussatisfacciones que, lejos de estar ligadas a los resultados de suinvestigación, tienen que ver con la convivencia humana: “Cuandocomencé a estudiar biología yo no me esperaba que terminaríatrabajando con personas, porque uno piensa en otros organismos:animales, invertebrados, y cuando me di cuenta que podía trabajarcon las personas… bueno, en realidad somos otra especie y conocera otras personas, formas de ver la vida, historias, compartircomida que es una forma de acercarse más a otros, y aprender unpoquito de cada quien, han sido las mejores satisfacciones que hetenido”.

Ecología

¿Cuáles son las ventajas del café agroecológico? Producción va en aumento en Veracruz

Prácticas agroecológicas apuestan por ofrecerle al consumidor un café sano y amigable con el medio ambiente

Salud

¿Te unes? Thaily necesita ayuda para obtener su implante coclear, esta es su historia

En noviembre cumple 5 años y los médicos les han dicho que es la edad límite para realizar el implante coclear para poder oír

Ecología

Alimentos sanos y amigables con el medio ambiente, las ventajas de la agroecología

Xalapa enfrenta el problema de escasez del agua y altas temperaturas

Doble Vía

Adultos vs jóvenes, ¿quién recuerda más la historia de Veracruz? Te contamos sus respuestas

Adultos mayores tiene presente la historia del 21 de abril de 1914 con la cual la ciudad alcanzó el rango de cuatro veces heroica

Cultura

¡Alistan fiesta en grande! Facultad de Artes Plásticas UV celebrará medio siglo de vida

Su objetivo primordial es formar ciudadanos capaces de desarrollarse en las artes

Cultura

¿Nuevos o usados? Libreros dicen que los veracruzanos economizan en sus lecturas

Lo que la gente gasta en un libro depende si es nuevo o de uso pues éstos últimos pueden valer desde 20 pesos a más