CDMX.- En una audiencia que duró casi cinco horas, el exgobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, fue condenado a nueve años de prisión, tras declararse culpable por los delitos de operaciones con recursos de procedencia ilícita y asociación delictuosa.
Cabe señalar que el exmandatario sólo purgará siete años y medio, pues se le descontaron el año cinco meses y once días que ha permanecido en prisión.
En la audiencia intermedia en el juzgado primero de distrito de procesos penales federales del Reclusorio Norte, el juez de control federal, Marco Antonio Fuerte Tapia, también le impuso una multa de 990 días de salario mínimo, que equivalen a 58 mil 890 pesos, y ordenó el decomiso de 41 propiedades que la PGR demostró que obtuvo de manera ilícita.
En la audiencia, la PGR y la defensa de Duarte ya habían convenido pedir al juez un juicio abreviado que acortara los tiempos del proceso, siempre y cuando el exmandatario se declarara culpable, situación que se dio tras dos horas de iniciada la audiencia.
Los fiscales de la PGR y del SAT detallaron al juez las 82 pruebas contenidas en la carpeta de investigación para demostrar que Duarte desvió más de mil 670 millones de pesos de las arcas de Veracruz durante su mandato.
En el proceso, la PGR presentó testimoniales de exfuncionarios de su administración que lo señalan como el cerebro que orquestó una red de corrupción para el desvío de recursos tras lo cual Duarte aceptó su culpabilidad.
La Procuraduría exhibió el testimonial de José Juan Janeiro Rodríguez, principal 'cerebro' financiero de Javier Duarte y quien se acogió al criterio de oportunidad para colaborar con la dependencia en investigaciones.
Debido a que hubo una reconfiguración del delito del que se acusaba, pues originalmente era por delincuencia organizada, con el nuevo sistema de justicia penal se aplicó la figura de juicio abreviado que se utiliza sólo en delitos no graves.
Con esta resolución a Javier Duarte de Ochoa se le suspenden sus derechos políticos y civiles hasta que cumpla la condena que le fue impuesta; la PGR no pidió el traslado de Duarte de Ochoa a un reclusorio federal por lo que continuará en el Reclusorio Norte.
TRANQUILO Y CON NUEVO CORTE
Con la barba crecida, el cabello recién cortado y con una camisa color beige apareció Duarte en la sala de juicios orales del Reclusorio Norte para la audiencia que se le sigue.
Visiblemente delgado, el exgobernador de Veracruz se mostró sereno y sonriente ante las acusaciones que le hizo la PGR. Acompañado de su abogado defensor Ricardo Sánchez Retana, Duarte se vio confiado de salir libre y frotaba sus manos y hombros. Al inicio del juicio, se comportó tranquilo y escuchó las primeras 20 pruebas acreditadas por la PGR, situación que comentó con su abogado.