Las instancias sanitarias mexicanas han considerado a la caficultura, en sus acuerdos y decretos, como una actividad esencial por tratarse de un producto de origen agroindustrial.
En medio de la contingencia provocada por el Covid-19, la recolección del café durante este mes y octubre en la cuenca cafetalera de Coatepec habrá de reunir a una gran cantidad de mano de obra en sus diferentes fases de transformación, sobre todo durante el corte del café cereza, lo que genera incertidumbre sobre la estrategia sanitaria que debe implementarse.
El catador de café Avelino Hernández puntualizó que esta industria es una fuente generadora de ingresos que incide en el desarrollo económico y social de la región, y de la que dependen productores y beneficiadores del aromático, fabricantes de maquinaria, tostadores, expendios y cafeterías, entre otros rubros. “Me preocupa que los dueños de las fincas cafetaleras no estén dimensionando el cuidado sanitario de los cortadores de café y de quienes integran el proceso de la transformación”, por lo que se preguntó ¿cómo se transportarán los cortadores de café hacia las plantaciones respetando la sana distancia?, ya que históricamente viajan todos juntos en camionetas de redilas.
Otro de los temas que le preocupan es si será posible que los cortadores utilicen el gel antibacterial cuando sus manos estén impregnadas de las mieles del fruto maduro, las manos del campesino están en contacto permanente durante toda la jornada de trabajo, desde el momento de cortar los frutos, al utilizar sus herramientas y demás accesorios agrícolas, como las lonas, tenates, sacos, azadón, machetes, tijeras de podas, entre otros. “¿Se limitará al cortador de café compartir el alimento con sus compañeros sin la mayor aglomeración posible?”, pues no se debe olvidar que es una costumbre ancestral compartir el sagrado bastimento en medio de las fincas.
Asimismo preguntó “¿cuál será el plan para pesar el café recolectado durante la jornada?”, ya que en la tradicional pesada concurren con alegría desbordante todos los cortadores de café, llevando una lona a sus espaldas, esperando su turno en la fila. Otra de sus dudas es cómo mantendrá el encargado de pagar la raya un orden entre los cortadores de café al momento de recibir su semana, “¿será este el momento para utilizar el cubrebocas o careta?, o ¿cuáles serían las recomendaciones en este caso?”
Exhorta a las autoridades sanitarias de Veracruz y del país a elaborar un planteamiento específico que proteja a los recolectores de cualquier contagio al momento de realizar su actividad agrícola, así como lo vienen haciendo en otros sectores de la actividad económica, pues considera que los campesinos son merecedores de un trato digno por parte de quienes implementan los programas de prevención sanitaria.
Me preocupa que los dueños de las fincas cafetaleras no estén dimensionando el cuidado sanitario de los cortadores de café y de quienes integran el proceso de la transformación
Avelino Hernández/Catador
