Hipólito Reyes Larios, arzobispo de Xalapa, expresó que todos los seres humanos requieren de una casa, vestido y sustento, pero que también es necesario alimentar el espíritu con el amor, la convivencia familiar, la música, el descanso y el paseo sin olvidar la palabra de Dios.
"Porque no sólo de pan vive el hombre sino de toda palabra que sale de la boca de Dios, pero además también con el cuerpo y la sangre de nuestro Señor Jesucristo”.
Durante su homilía, el prelado católico dijo que la palabra y la eucaristía son los alimentos espirituales del cristiano que también fortalecen su lado físico.
Ante decenas de feligreses congregados en la Catedral de Xalapa, manifestó que Jesucristo no está de acuerdo con una actitud de conformismo y dependencia ante las necesidades fundamentales de la comida y la bebida y que por eso distingue entre el alimento que perece, que es el que anda buscando siempre la gente, y el alimento que perdura para la vida eterna, que es el que quiere dar a conocer.
“Dios ha dado siempre el verdadero pan del cielo ya que el pan de Dios es aquel que baja del cielo y da la vida al mundo. La fuerza y originalidad de la iglesia está en creer en Jesucristo y seguirlo como el enviado de Dios padre, la identidad nuestra cristiana consiste en aprender a vivir un estilo de vida que nace de la relación íntima y confiada en Jesús, el enviado del Padre”, sostuvo.
El arzobispo de Xalapa expresó que todos los seres humanos se hacen discípulos de Jesús en la medida en que aprenden a pensar, a sentir, a amar, trabajar, sufrir y vivir como Jesús.
“Los mandamientos de Jesús superan los del Antiguo Testamento y sólo pueden cumplirse con la gracia de dios, con el don del Espíritu Santo, que se fortalece con el alimento celestial, con el pan de vida que Jesús nos sigue ofreciendo en cada celebración eucarística”, afirmó.
