Ante la crisis de agua que padece Xalapa, autoridades encargadas de distribuirla no aprovechan la que han dejado las lluvias de las últimas semanas para resolver o buscar al menos una solución al problema del desabasto que se agudiza cada temporada de sequía, expone el biólogo Eduardo Arana Delgado, ambientalista del Grupo Amigos del Pixquiac
“En términos generales no creo que se esté haciendo nada decisivo, importante o significativo para resolver por un lado la escasez y por el otro lado los daños que dejan las lluvias extremas”.
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Pese a la situación de desabasto que cada año afecta a más xalapeños, “pareciera que se reacciona a toro pasado, es decir, cuando hay una escasez queremos resolverlo y cuando hay lluvias queremos resolverlo, cuando lo que hace falta es una anticipación para atender la problemática”.
El ambientalista expone que todos de alguna forma sabemos que el cambio climático está provocando situaciones extremas, por un lado, sequía más prolongada y, por el otro lado, lluvias más intensas y severas.
¿Cómo aprovechar la temporada de lluvias para solucionar la escasez de agua?
Opina que el problema de escasez se tiene que prevenir cuando se tiene la oportunidad de hacerlo, es decir, construir infraestructura para poder atender la situación, pero también hay que atender el problema de esas grandes causas.
Ejemplifica la situación de desatención en que en este momento en que hay lluvias torrenciales afectan fuertemente a los ríos, porque los sedimentos (tierra, basura, piedras) se agolpan y juntan en las zonas de los puentes, donde hay vados, y el nivel de lastima a los laterales y se daña la infraestructura. “Es decir, estamos sufriendo las consecuencias de una falta de mantenimiento en los puentes de los ríos”.
La misma situación ocurre en las presas, porque se acumula sedimento, “resulta que cuando las presas están secas no se aprovecha la oportunidad de retirar todo ese sedimento, toda esa cantidad de tierra”.
Hay que entender que cuando hay sequía se tiene la oportunidad de sacar toda esa tierra, todo ese sedimento, para que cuando lleguen las lluvias esa represa almacene más agua, “pero no se hace nada”.
Esa situación es resultado de una falta de previsión. Las autoridades encargadas no saben anticipar esos eventos, esos cambios del clima que deben obligarlos a aprender nuevas cosas para poderlas resolver los problemas el momento oportuno.
Es el caso de Xalapa que llueve mucho y nadie ha realizado un programa que permita captar el agua pluvial de los grandes techos, sino que se deja que se desborde en las calles. “No han pensado un proyecto que nos permita aprovecharla pese a que viene más limpia que la de los ríos y la estamos dejando ir sin almacenarla”, concluyó.
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