Domingo de ramos. Entrada triunfal de Jesús a Jerusalén. Decenas de personas llegaron a la Catedral, y a otros templos católicos, con sus ramos para participar de la bendición, iniciar la Semana Santa y entregarse a los ejercicios religiosos de los próximos días.
Los católicos aprovecharon que en las escalinatas de Catedral se colocaron decenas de artesanos fabricantes de ramos y provenientes en su mayoría de Oaxaca para comprar su respectivo ramo, aunque sea uno chiquito, para sumarse a la celebración de la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén hace dos mil años.
Afuera del templo, el regateo por los precios se puso interesante: "Cuánto por este ramo?, --40 pesos", "Y por éste otro?, --70", "y cuánto es lo menos?.." y así en un diálogo que no se prolongaba por más de 30 segundos. Después de tres segundos de reflexión, los compradores contaron sus monedas, las entregaron y emprendieron de nuevo su camino subiendo poco a poco las escaleras del templo católico, pues mucha gente hacía lo mismo.
Media hora antes del inicio de la eucaristía, con Catedral llena y ramos de palma por doquier, una religiosa guio las oraciones previas para quienes llegaron temprano. Al terminar la devoción, solicitó cumplir las reglas elementales de urbanidad: escuchar atentamente el mensaje dominical, hacer oración, bajar el volumen a los teléfonos celulares y dejar de mascar chicles en misa, envolverlos en una toallita o papelito y evitar pegarlos en las bancas.
"Estamos limpiando las bancas y hemos encontrado muchos chicles pegados debajo de ellas", fue su reclamo.La eucaristía inició a las 12:30 presidida por el arzobispo Hipólito Reyes Larios ubicado en la parte posterior de Catedral para después recordar, mediante la lectura del Evangelio según san Lucas, el motivo de la conmemoración.En su avance hacia el altar, las decenas de ramos se agitaron recordando la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén.
“Nos reunimos hoy para iniciar unidos con toda la iglesia la celebración de los misterios de la Pasión y Resurrección de nuestro seños Jesucristo, que empezaron con la entrada de Jesús a Jerusalén. Acompañemos con fe y devoción a nuestro Salvador en su entrada triunfal a la Ciudad Santa para que participando ahora de su cruz podamos participar un día de su gloriosa resurrección y de su vida divina”, manifestó el arzobispo.
Acto seguido realizó la bendición de los ramos. Poco más tarde, en la homilía, Hipólito Reyes Larios, refirió que todos los católicos están invitados a participar de la Pasión de Jesús, a cargar la cruz de cada día en las propias vidas, al sufrimiento que llega por distintas causas y a integrarlo a la salvación.
Asisten feligreses este Domingo de Ramos a Catedral de Veracruz
Veracruz, Ver-Como cada año, decenas de fieles católicos se dieron cita en la catedral de nuestra señora de la Asunción para recibir la bendición de palmas.
Este acto religioso encierra el pasaje bíblico que recuerda la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén aclamado por la multitud, que le saludan utilizando palmas y ramos, días antes de su pasión y actividad con la cual da inicio oficialmente a la Semana Santa.Fue en punto de las 12 del día cuando se ofició la misa dominical principal, misma que fue presidida por el obispo de la Diócesis de Veracruz, Carlos Briseño Arch, quien efectuó la bendición a las palmas y se congratuló por la gran asistencia de feligreses que se dio prácticamente todo el domingo.
Los fuertes vientos del norte no fueron impedimento para que los fieles católicos acudieran al “Domingo de Ramos” en la Catedral de Veracruz, ya que significa conmemorar la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús.
Personas adultas y de la tercera edad fueron los principales asistentes a la bendición de palmas, mientras que la población juvenil sigue siendo la que menos se suma en cualquiera de las actividades litúrgicas.Las misas se oficiaron a partir de las 7:00 horas, 8:00, 9:00, 11:00, 12:00 y 13:00 horas.
Mientras que por la tarde se celebraron a las 18:30, 20:00 y 21:00 horas para que los feligreses acudiera a las celebraciones litúrgicas y a la bendición de sus ramos que posteriormente los colocarán en sus hogares.