Xalapa, Ver.- En el último día del año no faltaron las comparsas para despedir el 2020 y darle la bienvenida al que está por entrar en unas horas. Jóvenes, adultos, hombres, mujeres y niños, algunos caracterizados como el año viejo, otros como el nuevo y unos más como mujeres, se dejaron escuchar por algunas calles y barrios de esta ciudad.
En el centro, los grupos de tres o cuatro personas, y no aquellos nutridos de años pasados, pusieron la nota alegre de este 31 de diciembre con su música y sus melodías. Algunos acompañados por instrumentos musicales como platillos, flautas, guitarras y tambores y otros con cubetas y sonajas a base de corcholatas, pero todos con alegría, algarabía y buenos deseos para los transeúntes, que les retribuyeron con monedas o billetes.
Si bien este jueves las comparsas fueron menos, lo que hizo extrañarles, sí se disfrutó de algunas muy bien organizadas e integradas por músicos que regalaron sus notas festivas a los ciudadanos con los que se toparon en las calles de Úrsulo Galván, Allende, Centroamérica, la zona de los Sauces, el Árbol, Revolución, Doctor Lucio, Clavijero, Enríquez, la plaza Lerdo y en algunas colonias.
La música, el ruido de tambores, y la algarabía anunciaban la presencia de los grupos que se abrían paso entre las personas que transitaban presurosas por el centro de la ciudad y los vendedores ambulantes en la Plazuela del Carbón, o por quienes esperaban afuera de los comercios ya que ni los niños ni los mayores de 60 años podían acceder.
La zona del Árbol, Constitución, Poeta Jesús Díaz, Sayago y Abasolo lució abarrotada de compradores y sus familias, quienes disfrutaron de las comparsas que se sucedían una tras otra con el año nuevo, que se identificaba por portar pañal y biberón, así como el viejo que se conocía por su barba larga y blanca, su pelo cano y sombrero, quienes recibían las monedas.
Si bien en algunas zonas se les pudo disfrutar, tomarles fotos y videos, en otras se les extrañó, pues no hubo la característica y pegajosa música de tambores que rompiera el silencio de la mañana y la rutina.