Veracruz, Ver.- Lo conocen por “el leñero” porque adoptó como su hogar un local de venta de pollos a la leña desde hace cuatro años.
Es la historia de un perro que al parecer era callejero pero encontró su hogar en un expendio de pollo ubicado en el fraccionamiento Lagos de Puente Moreno en el municipio de Medellín de Bravo.
Según Jesús, empleado del lugar una tarde de febrero del 2016 un perro todo flaco y con aspecto enfermo se acercó hambriento al local y lejos de correrlo a palos o aventarle algún objeto para ahuyentarlo le dio las sobras de unos huesos que había ahí.
El perro venía todo flaco y jodido, parecía de la calle y me dio no se qué verlo y le di unos huesitos que había por ahí, comió y se echo al suelo más tarde antes de cerrar le volví a dar, al día siguiente cuando abrimos ya estaba esperándonos relató.
Poco a poco el perro empezó a recuperarse de la mala vida que había tenido tiempo atrás y se quedó a vivir en la banqueta del local, justo en la puerta de acceso de la persona.
“El perro se quedó a vivir, pensamos que quizá iba a agarrar otra vez la calle, pero hizo su hogar esta banqueta y ya tiene cuatro, toda la gente lo conoce, le llaman el leñero o algunos le dicen el güero, cuando no lo ven preguntan por el y había un señor que compraba dos pollos y le dejaba uno entero al perro”, mencionó.
Una vecina de la zona hasta le regalo una casita que colocaron a un costado del acceso principal del negocio, pero no fue tan del agrado del animalito pues le gusta más estar en la banqueta.
“Si hay ocasiones que se mete, pero le gusta estar aquí en la banqueta, es muy mansito porque cuando ve que la gente va a entrar se hace a un lado y hasta ahora no hemos tenido ningún problema ya es parte de los trabajadores y clientes”, afirmó.