XALAPA, Ver.- Los programas gubernamentales para abatir la pobreza extrema siguen sin impactar en la distribución del ingreso y en la reducción de la exclusión social en 127 municipios declarados como Zonas de Atención Prioritaria (ZAP) en Veracruz, los cuales suman 2 millones 173 mil 198 personas que se mantienen en lamentables condiciones desde 2015, al margen de los cuantiosos recursos públicos distribuidos en apoyos sociales en los últimos años.
De acuerdo con la investigación realizada por el Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía Alimentaria de la Cámara de Diputados, las cifras de los municipios ZAP rurales son espacios que registran los números más agobiantes de la exclusión social y por más recursos que se han destinado para abatir los indicadores de la pobreza éstos resultan inoperantes para alcanzar un crecimiento con justicia social.
Lo anterior se explica en que el gasto público asociado a la pobreza se ha enfocado primordialmente a reducir los indicadores en educación, salud y vivienda, y aunque ha logrado reducir sus carencias, no se ha registrado un mayor impacto en el factor ingreso, “lo cual se convierte en un principal elemento detonador de la pobreza”.
En la entidad, 127 municipios concentraron en 2015 una población total de 2 millones 933 mil 364 habitantes, de los cuales 2 millones 173 mil 198 registraron situación de pobreza, 701 mil 293 en extrema pobreza y 984 mil personas tuvieron carencias en acceso a la alimentación.
No obstante, la alta cobertura del programa Prospera, el Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social (FAIS) y demás programas sociales, la cifra de población en pobreza de las ZAP rurales en Veracruz congregó en 2015 a 2.17 millones de personas en esta condición, también prácticamente con el mismo número que el registrado en 2010 (2.28 millones de habitantes).
En la cobertura de programas sociales se informa que el porcentaje de familias incorporadas al programa Prospera en Veracruz pasó de 17.9 a 31.2% de 2010 a 2016, cifra con la cual Veracruz ocupa el sexto lugar nacional, luego de Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Puebla y Tabasco.
Asimismo el gasto destinado en Prospera en 2016 para Veracruz fue de 9.8 millones de pesos, luego de Chiapas (11.3 millones de pesos) y el Estado de México (10.6 millones de pesos), de un total nacional presupuestado en 78 mil 428. 5 millones de pesos.
En la cobertura y focalización del programa Oportunidades, de acuerdo con los recursos distribuidos en 2016, Veracruz recibió 9.6% del total del programa por ser, junto con Chiapas y el Estado de México, los estados de mayor población en condición de pobreza. Cabe mencionar que el objetivo central del conocido programa social es romper “el círculo intergeneracional de la pobreza”.
También dentro del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) para el ejercicio fiscal 2018, se destinó un total nacional de 53 mil 974.6 millones de pesos de recursos del Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social (FAIS) Municipal, en el que la entidad veracruzana ocupa el segundo lugar nacional con un presupuesto asignado de 10. 8 millones de pesos, sólo después del Estado de Chiapas que obtuvo para este año 17.1 millones de pesos.
POBREZA AFECTA A POBLACIÓN INDÍGENA
Los investigadores Eduardo Noriega Álvarez y Anahí Hidalgo García, autores del estudio legislativo, detallan que una de las condiciones que caracterizan a los municipios declarados como ZAP rurales es la alta prevalencia de población indígena que sumaron en 2015 un total de 839 mil 548 por los 127 municipios veracruzanos, de los cuales son 681 mil 396 habitantes que viven en condiciones de pobreza y 303 mil 252 se encuentran en extrema pobreza, donde la carencia alimentaria afecta a 315 mil 814 indígenas.
Actualmente son 43 los municipios ZAP rurales con población indígena: Astacinga, Atlahuilco, Benito Juárez, Citlaltépetl, Coahuitlán, Coetzala, Coxquihui, Coyutla, Chalma, Chiconamel, Chicontepec, Las Choapas, Chontla, Chumatlán, Espinal, Filomeno Mata, Ilamatlán, Ixcatepec, Ixhuatlán de Madero, Magdalena, Mecatlán, Mecayapan, Mixtla de Altamirano, Pajapan, Playa Vicente, Los Reyes, San Andrés Tenejapan, Soledad Atzompa, Soteapan, Tantoyuca, Tehuipango, Tequila, Texcatepec, Texhuacán, Tlalchichilco, Tlaquilpa, Xoxocotla, Zongolica, Zontecomatlán, Zozocolco, Tatahuicapan, Uxpanapa y Santiago Sochiapan.
Además se destaca que los municipios de Acatlán, Oteapan y Zaragoza son susceptibles de ser incorporados dentro de la Declaratoria de Zonas de Atención Prioritaria (ZAP) Rurales en el Presupuesto de Egresos de la Federación en 2019, con lo cual sumarían 130 municipios veracruzanos.
POBREZA URBANA
De 61 municipios urbanos que existen en el país con el mayor número de personas en pobreza, Xalapa y Veracruz se ubican como las dos ciudades de la entidad donde la pobreza urbana registró un aumento dentro del periodo 2010-2015.
En Xalapa, la cifra de personas en situación de pobreza pasó de 139 mil 162 a 169 mil 722 personas.
En Veracruz, de 160 mil 253 pobres registrados en 2010, en 2015 la cifra creció a 194 mil 584.
Al respecto, la investigación apunta que el creciente problema de la población en situación de pobreza se da por “su presencia diseminada en el medio rural y la incesante aglomeración urbana, principalmente en las zonas metropolitanas”.
Por otra parte, de acuerdo con los datos oficiales, el ingreso promedio trimestral por hogar veracruzano en 2016 era 32 mil 983 pesos, por debajo de la media nacional que es de 46 mil 521, lo cual coloca a la entidad veracruzana dentro de los últimos cinco lugares nacionales.
POLÍTICA SOCIAL
El análisis subraya el enorme reto por enfrentar para realmente poder reducir la pobreza y la desigualdad nacional, “principio inalienable de la plataforma de gobierno de la próxima administración”.
De esta manera el desafío se extiende a Veracruz donde su índice de proporción de población en pobreza se desplaza de 51.2% en 2008 hasta 64.4% en 2016, que denota “un estruendoso ascenso” de 21.4%, incluso más que el del Estado de México que también se acrecienta en 10.3%.
Según el análisis, lo único meritorio en este periodo para Veracruz es que presentó una reducción de 2.6% en pobreza extrema, mientras que el Estado de México del 11.2% y el de Puebla se abate en 2016 a la mitad de su proporción de 2008.
En Chiapas, por ejemplo, este índice se contrajo en 27.4% de 2008 al 2016 y en 29.1% en Guerrero. Mientras que en Oaxaca la proporción se redujo a sólo 5.2%.
“La escasa incidencia del binomio empleo-ingreso en los municipios rurales mantiene elevadas proporciones con insuficiente capacidad adquisitiva para acceder a la canasta alimentaria”, apunta.
En general —resume— persisten enormes desigualdades entre las regiones y segmentos de población, donde la pobreza lejos de desvanecerse más se acrecienta, “con un doble efecto pernicioso de asfixiar con mínimos ingresos a una alta proporción de la población nacional, además de representar una franca limitante para ampliar el mercado interno y alcanzar mayores tasas de crecimiento productivo”.
CAMBIO DE ESTRATEGIA
El estudio destaca que el contexto del proceso electoral de 2018 tiene un común denominador: la urgencia de modificar la estrategia de crecimiento económico adoptada hace dos décadas.
Dentro de las áreas de oportunidades se encuentra la de motivar la producción-consumo interno, impulsar el desarrollo regional, fortalecer la seguridad alimentaria, contener las presiones inflacionarias de alimentos, ampliar la capacidad adquisitiva salarial, retener a la población rural en sus lugares de origen con un nivel de bienestar adecuado, reducir de manera significativa la pobreza rural y entre los pueblos originarios, requiriendo todo ello una determinación política e intervención del Estado rector.
Por último, respecto a los municipios ZAP, el informe legislativo destaca que si bien en las declaratorias, presentadas por la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) del gobierno federal, se alude a “la brillante oportunidad” de conformar regiones en las ZAP rurales, a la fecha no se han construido ningún intento por instrumentarlas, “tema que debe abordarse con resoluciones concretas en la declaratoria de 2019”.
