En los tres poderes de todos los estados del país se vulneran los derechos humanos por la falta de separación que existe entre el estado y la Iglesia Católica, aseguró Fátima Moneta Arce, consultora independiente.
Recordó que el Estado laico permite que haya una división entre las creencias religiosas y los asuntos políticos del estado, ya que es la base para el ejercicio de los derechos humanos, sobre todo de las mujeres.
Refirió que aunque se tiene un marco normativo de más de 150 años de historia laica, las personas que ejercen la función pública no siempre reconocen la separación que debe haber, por lo que existen vulneraciones no sólo a los derechos de las mujeres, sino a los derechos humanos en general.
“Se supone que los servidores públicos no pueden acudir a eventos religiosos, se registran actos en los que éstos se presentan en misas o actividades relacionadas con esta creencia”, dijo.
Mencionó que este tipo de violaciones también se presentan en las dependencias e instituciones, por ejemplo de Salud, donde no se les brindan los servicios a las mujeres que no participan en actividades religiosas por pertenecer a determinada cultura o creencia.
Destacó que además de viola la libertad de conciencia porque no se les permite a las personas que puedan pensar de forma diferente a determinado sector.