Córdoba, Ver.- Por mala alimentación y falta de ejercicio crece a pasos agigantados la cifra de menores de edad con diabetes tipo II en Córdoba, lo que representa una alerta para que los padres de familia pongan más atención a sus hijos.
De los 450 pacientes diabéticos atendidos en la unidad de Vigilancia Integral en Diabetes y Alimentación (VIDA) de la Jurisdicción Sanitaria de Córdoba, ocho menores tienen diabetes tipo II, todos tienen sobrepeso y obesidad como consecuencia de consumir carbohidratos en exceso y llevar una vida sedentaria.
Salustia Rosas Ortiz, encargada de la unidad VIDA, mostró su preocupación porque entre los pacientes hay unos hermanos de dos y ocho años, respectivamente, quienes llegaron con niveles de glucosa alta porque no consumían vegetales ni hacían ejercicio, por lo que les modificó sus hábitos alimenticios y estilos de vida, y no tuvieron necesidad de consumir fármacos.
Los casos de diabetes empezaron a detectarse hace dos años, cuando el personal médico comenzó a asistir a las escuelas para dar pláticas de nutrición y buscar casos intencionados, una primera señal es tener el cuello negro lo que se conoce como “acantosis nigricans”, y axilas negras, que indica que puede ser resistente a la insulina.
Los ocho menores que están en control oscilan entre los ocho y 16 años.
En la población adulta las cifras de diabéticos son mucho mayores, hace casi cinco años que comenzó a funcionar la unidad había 80 pacientes, hoy alcanza los 450, de los cuales 220 son cordobeses.
Rosas Ortiz explicó que está demostrado que con buen control la enfermedad se puede revertir, si no hay cuidados las consecuencias son: ceguera, amputación de extremidades e insuficiencia renal, ya que los órganos que más se afectan son los ojos, pies y riñones.
En la unidad VIDA se da atención integral a través de la valoración médica, nutrición, odontología, enfermería y psicología.
