Diferentes inicios, una misma vocación: proteger a los xalapeños

Xalapa, Ver.- Jesús, Javier y Ángel fueron tres de los casi 20 bomberos reconocidos por el Patronato del Cuerpo de Bomberos de Xalapa, así como por autoridades estatales y municipales, tras haber participado en combatir el incendio registrado en el mercado Jáuregui el pasado 13 de noviembre.

Jesús Enrique Olivares Vargas llegó a esa corporación desde hace 13 años como castigo por haber reprobado mientras cursaba la preparatoria. Tenía apenas 17 años cuando su tío lo llevó.

Actualmente tiene 31 años, y 13 de ellos ha formado parte de ese grupo. Aunque al inicio era un mundo totalmente desconocido para él, empezó atendiendo principalmente fugas de gas y poco a poco ese lugar empezó a ser parte de su familia.

Ahora, y después de tantos años de empezar como voluntario y ahora recibir una remuneración de cerca de 6 mil pesos al mes, ha elegido permanecer allí, por la sola vocación de servir y pese a lo poco valorado y riesgoso que resulta.

“Estar en Bomberos es una pasión, un amor que se le tiene porque lo haces sin conocer a nadie y muchas veces con el simple hecho de llegar y apoyar, te das por servido”, dijo.

Ahora dice convencido que es su decisión permanecer y que no cambiaría su trabajo por nada.

NO ERA UN CORTO: JESÚS

El pasado 13 de noviembre se registró uno de los incendios más fuertes en Xalapa, se trató del emblemático mercado Jáuregui ubicado en el corazón de la ciudad. Jesús fue de los primeros en llegar al sitio. Al inicio no imaginó la dimensión del evento que finalmente lograron controlar.

Cuando nos avisaron yo pensé debe ser un local o un cortocircuito, pero la sorpresa que nos llevamos fue bajando sobre Clavijero, vimos la columna de humo, dijimos no manches, no es un cortocircuito como tal, prácticamente sí se está quemando el mercado. Nuestra sorpresa fue que no se veía nada al ingresar y lo tuvimos que hacer con equipos de aire para empezar a sofocar en lo que llegaba el apoyo de las demás unidades

Ésa ha sido una de las experiencias más importantes para él, pues aunque lleva 13 años trabajando como bombero, como ese siniestro no había presenciado otro antes. Además él fue el primero en entrar al sitio para empezar a contener el fuego que se iba extendiendo.

Fue una experiencia muy buena porque aprendes cosas nuevas, todos los incendios son diferentes, el fuego se comporta de diferentes formas. Anteriormente sí me daba miedo, actualmente es la adrenalina la que te hace trabajar, pero es muy grata la experiencia, es muy bonito estar aquí y apoyar

Al Jáuregui llegaron en un primer momento tres bomberos como parte de la unidad de ataque rápido y después una pipa con 10 mil litros de agua para abastecerles. Posteriormente se movilizó también la Estación Norte con tres elementos más para poder sofocarlo.

Para Jesús haber recibido un reconocimiento por parte del patronato es reconfortante y un orgullo para su familia de quienes en cada servicio se despide con la esperanza de regresar bien a casa.

“Es muy bonito porque yo no había tenido como tal un reconocimiento por apoyar a alguien y en este momento me lo reconocieron, se siente muy bien”, dijo.

“NO SABEMOS SI REGRESAREMOS”

Javier Sánchez Guerrero tiene 42 años y casi la mitad de su vida la ha pasado en Bomberos de Xalapa. Él fue de los niños que caminaba por la estación y tenía la intención de convertirse algún día en bombero; su sueño de ayudar a los demás se hizo realidad.

El 13 de noviembre mientras se disponían a comer con sus compañeros recibieron el aviso del incendio y acudió como parte también de la unidad de primera respuesta.

Al llegar y ver la dimensión, confiesa que sintió miedo como ocurre en cada siniestro, “porque salimos de casa bien, pero no sabemos si al otro día vamos a regresar y éste fue uno de los incendios más fuertes que me ha tocado igual que el de Coatepec en 2002”.

Es padre de tres mujeres: una de 18, 10 y 4 años. Su esposa ha preferido no pensar demasiado en el trabajo que desempeña y confiar que cada que sale de casa, va a regresar con bien.

“Una vez le pregunté qué es lo que ella siente cuando yo estoy trabajando y ve en las noticias las tragedias de la ciudad y me respondió: si sigo pensando en las emergencias a las que vas, yo ya no existiera de cada susto que me llevo, mejor me pongo a pensar que estás trabajando y que estarás bien”, comentó.

A Javier se le quiebra la voz cuando empieza a hablar de sus hijas y reconocer lo orgullosas que se sienten de él pues esa es la mayor motivación que podría tener.

Eso me llega a motivar mucho porque tienes que salir con bien porque alguien te está esperando. Yo les digo a mis hijas que el día que no regrese, te vas con la idea de que fue en algo que te gustaba. El trabajo es duro, pero alguien lo tiene que hacer y aquí estamos, hasta que el cuerpo aguante

A Javier recibir un reconocimiento lo llena de orgullo pues asegura que es una anécdota que contarle a siguientes generaciones.

“Para mí fue un orgullo que el patronato, que las autoridades reconozcan el trabajo que estamos realizando dentro de la corporación. Lo hacemos con gusto y sin recibir nada a cambio, por el simple hecho de estar apoyando a la ciudadanía con lo que más se pueda”, dijo.

Así, aprovechó para pedirle a las autoridades no dejar de apoyar a los bomberos y brindarles las herramientas que requieren para poder seguir trabajando.

MÁS Y MEJOR EQUIPO

Ángel Salazar Jiménez tiene 19 años de trabajar en Bomberos y es encargado de una guardia. Recuerda que ante la necesidad de trabajo, se enteró en el periódico que estaban solicitando conductores y decidió quedarse puesto que fue sorprendido por la labor que la corporación desempeña.

Él es originario de la localidad de El Chico en Emiliano Zapata de donde acude a trabajar cada tercer día para cubrir su servicio de 24 horas.

Actualmente su esposa y tres hijas le brindan total apoyo, aunque al inicio sus hermanos y padres cuestionaban su ingreso a la corporación.

Me decían que si estaba loco o decepcionado de la vida por haber ingresado al Cuerpo de Bomberos, pero es la perspectiva que la gente tiene del Cuerpo de Bomberos, ya entrando aquí te das cuenta de la realidad, y no es que uno esté loco sino que nos gusta

El día del incendio fue parte del segundo grupo en acudir como apoyo con el carro cisterna que le apoya a la unidad de ataque rápido. “Lo echamos a andar, lo empezamos a calentar y a mí me toca llegar en el carro cisterna, la pipa, al incendio a apoyar a los compañeros que ingresaron de primera respuesta”, narró.

El ambiente no le fue extraño, pues en cada siniestro es común que la gente corra, grite o se desespere, así como el que haya unidades de apoyo como ambulancias, Tránsito, Protección Civil, que deseen apoyar y que en muchas ocasiones más que eso, obstruyen su labor.

Una de las primeras cosas que pensó en ese momento fue la necesidad de que incrementen los elementos de la corporación, pues son muy pocos para ese tipo de siniestros.

Recordó que el incendio más grande que le tocó ver fue el del 30 de mayo de 2002 en la gasolinera a la entrada de Coatepec, pues llevaba poco tiempo en Bomberos y el impacto fue mayor. “A partir de ahí me llamó más la atención y dije que quería saber y conocer más de Bomberos. Ése es el incendio más grande que me ha tocado”.

Para Ángel recibir un reconocimiento por su labor en el desastre del mercado Jáuregui fue emotivo pues pocas veces lo tienen.

Es bonito que se tomen ese gesto de nobleza hacia nosotros como bomberos, y que nos hagan ese tipo de reconocimientos y se los agradezco porque poca gente se fija o voltea a ver lo que es Bomberos. Desgraciadamente sólo lo ve la ciudadanía o el gobierno cuando hay un siniestro de esa manera, después Bomberos desaparece

Pero ellos no fueron los únicos, ese día, cerca de 10 compañeros más que no estaban laborando, se enteraron del suceso y decidieron pasar a la estación por su equipo y llegaron al Jáuregui, algunos en taxi o corriendo, con la única intención de ayudar.

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