BOCA DEL RÍO, Ver.- Sin una extremidad que le ha impedido emplearse y con el único apoyo de su madre, Kevin Donovan Álvarez Hernández se ha hecho cargo de sus tres hijas, tras el abandono de su esposa.
Hasta hace seis años su vida transcurría como la de cualquier persona, trabajando en lo que le caía: albañil, pintor, cargador y durante los fines de semana se dedicaba a vender cocos en la playa.
Sin embargo, su vida cambió luego de recibir una descarga eléctrica que le hizo perder el brazo derecho.
Me trepé a una palmera para cortar los cocos, porque los vendía en la playa, pero me acerqué mucho y había unos cables de luz que ocasionaron una descarga eléctrica y cuando desperté estaba en el hospital y ya no tenía un brazo; me sentí muy triste, me deprimí y no sabía cómo iba seguir mi vida; pero tenía a mi hija chiquita y otra en camino, tenía que seguir
Mencionó que amigos cercanos a él llegaron a pensar que acabaría con su vida, suicidándose, pero por sus hijas tenía que salir adelante.
Aun con todo el entusiasmo, tuvo que enfrentarse a la cruda realidad; que no le daban trabajo porque sólo tenía un brazo, pero lo más doloroso que tuvo que desafiar fue el abandono de su esposa y quedarse con las tres niñas que en ese momento tenían, cinco, tres y un año.
“Me empezaron a faltar oportunidades, la gente no me daba trabajo porque decían que con un brazo qué iba a hacer y la economía empeoró; la mamá de mis hijas me dejó con las tres niñas, se fue porque dijo que no alcanzaba el dinero y me quedé con las tres niñas”, dijo.
Desde el abandono de su mujer, Kevin y su señora madre se han hecho cargo de las tres niñas, la más pequeña de casi tres años.
Trabaja en la calle, vendiendo pulseritas y algunas artesanías, pero también ofrece sus servicios de “lo que sea”, pues aun con un brazo, es capaz de pintar una casa, arreglar cosas.
La gente de Costa Oro me ha dado trabajo, he pintado algunas casas y me ofrezco para cualquier trabajo porque mis hijas tienen que comer, vestir y mi mamá me ayuda
Comentó que aunque han pasado más de dos años del abandono de su esposa, quien ya tiene otra pareja, ha logrado salir adelante como padre soltero.
“Mis hijas son todo para mí, cuando llego me abrazan, me llenan de besos, las amo y salimos a pasear, pero no puedo con las tres, porque sólo puedo cargar a una y la más grande me agarra de la ropa para cruzar la calle, la más chiquita se queda con mi mamá”, señaló.
Dijo que después de la separación se ha dedicado sólo a sus hijas y aunque su exesposa ya tiene otra pareja, él prefiere seguir como papá soltero y juntar lo necesario porque la niña mayor pronto entrará a la primaria y la de en medio, al jardín de niños, por lo que los gastos aumentarán.