EMILIANO ZAPATA, Ver.- Dolores Colorado ha dedicado los últimos 13 años de su vida a la elaboración de dulces o bolitas de tamarindo que ofrece con agrado en su puesto ubicado en Plan del Río.
Diariamente trabaja al lado de su nuera Amalia Flores y desde muy temprano amasa la pulpa de tamarindo para crear las bolitas, que pueden ser dulces o enchiladas. Al día realizan cien o más, según sea el panorama para las ventas.
Su puesto se encuentra a un costado de la carretera Xalapa-Veracruz, donde además los cocos, hielitos de sabores, mango, mamey, tamales y otros alimentos son disfrutados diariamente por automovilistas, que no dudan en detenerse para adquirirlos y recomendarlos.
Los dulces son ampliamente reconocidos, al grado de que les han hecho pedidos para enviar a la Ciudad de México, a Puebla y a Querétaro, además de parte de la Unión Americana, como Texas y Chicago. "Los pedidos que se hacen para Estados Unidos son de parte de quienes tienen familiares por allá y para ellos se hacen con la pura pulpa, pues no pasan la aduana si llevan semillas", citó.
Sin dejar de maniobrar a dos manos, para agilizar el proceso de elaboración, Dolores narra con orgullo que por medio de esa actividad ha logrado fortalecer la economía de su hogar, además de que se trata de un trabajo honrado y representativo de la región.
Los dulces son originarios del poblado Tamarindo, de Puente Nacional, y de ahí se extendieron a comunidades de municipios cercanos, entre éstos Plan del Río. Tanto azucarados como enchilados se pueden comer como golosinas y los primeros también son utilizados para agua fresca.
Hace más de 20 años en Tamarindo y sus alrededores abundaban las plantaciones de árboles de esa fruta, de ahí surgió el nombre para identificar la comunidad, señaló.
Sin embargo, paulatinamente los cultivos han sido desplazados por otros, como el limón persa, y la lotificación, sin que se haya perdido la tradición de elaborar las bolitas de tamarindo.