/ jueves 8 de noviembre de 2018

El revés a Guízar y su reacción

Una vez más vemos por estos días que en la política, como en las demás actividades de la vida, ni las alianzas ni los enemigos son para siempre.

Recordamos esto porque, por dar ejemplos, al final del actual gobierno el PRD empieza a criticarlo y el PES, que fue aliado de Morena en las recientes elecciones, vela armas para darle guerra desde la Legislatura.

Sí, el Partido de la Revolución Democrática, que fue un aliado excepcional para el gobierno que está por terminar funciones, callado y no generador de problemas, ahora critica en voz de su dirigente estatal, Jesús Velázquez.

Raro, porque todo el mundo político sabe que Velázquez no se manda solo y en todo obedece a su impulsor, el secretario de Gobierno, Rogelio Franco.

En fin, lo que queda del Sol Azteca tal vez quiera tomar acciones para intentar revivir, pero ese partido está moribundo.

Ya sin ser aliado del PAN, le esperan tiempos más difíciles a la hora de participar en las elecciones.

La desaparición lo ronda muy cerca y la verdad no se ve cómo pueda salvarse. Si bien le va, ser parte permanente del chiquitaje sería su destino próximo.

Por lo que respecta al PES en Veracruz, su dirigente estatal, Gonzalo Guízar, estuvo preparando una jugada que hasta ahora le está resultando.

Jaló a una diputada local del PRD y de esa forma conformará su minibancada, es decir, se desliga de Morena.

A final de cuentas no es de extrañarse la acción de Guízar. El PES no fue bien tratado por Morena en la campaña, con el argumento –tal vez válido- de que aportaba poco o nada y pedía mucho.

Luego, según ha trascendido, Gonzalo, quien tiene larga trayectoria en la política veracruzana, habría planteado que en la administración de Cuitláhuac García le dieran el cargo de secretario de Gobierno.

La respuesta a esta petición habría sido amable pero en sentido negativo, así que el de Coatzacoalcos supuestamente quedó dolido.

Así que ahora la reacción vino de parte de Gonzalo Guízar, al lograr la incorporación de una legisladora perredista a diputados del PES, para de esa forma conformar su bancada y desligarse de sus aliados hasta poco de Morena.

Cambio en dirigencia del PRI sería hasta enero

Definida la coordinación de la bancada del PRI en el Congreso local, acertadamente a favor de Érika Ayala, seguiría el cambio en la dirigencia estatal del Partido Revolucionario Institucional.

Oficialmente el periodo para el que fue nombrado Américo Zúñiga Martínez al frente del PRI termina en este mes, así es que se suponía que por estos días se daría el cambio.

Pero los días pasan y no sucede nada. Independientemente de eso es sabido que el Comité Ejecutivo Nacional del PRI ordenó cesar cualquier cambio en dirigencias o nombramientos de directivos.

De hecho, el controvertido nombramiento dado a Érick Lagos como delegado regional, fue el último y de ahí fue cerrado el tema de los movimientos.

Así las cosas, no sería extraño que el cambio en el PRI se dé hasta enero. No es que Américo se aferre al cargo, simplemente serían las circunstancias.

Una vez más vemos por estos días que en la política, como en las demás actividades de la vida, ni las alianzas ni los enemigos son para siempre.

Recordamos esto porque, por dar ejemplos, al final del actual gobierno el PRD empieza a criticarlo y el PES, que fue aliado de Morena en las recientes elecciones, vela armas para darle guerra desde la Legislatura.

Sí, el Partido de la Revolución Democrática, que fue un aliado excepcional para el gobierno que está por terminar funciones, callado y no generador de problemas, ahora critica en voz de su dirigente estatal, Jesús Velázquez.

Raro, porque todo el mundo político sabe que Velázquez no se manda solo y en todo obedece a su impulsor, el secretario de Gobierno, Rogelio Franco.

En fin, lo que queda del Sol Azteca tal vez quiera tomar acciones para intentar revivir, pero ese partido está moribundo.

Ya sin ser aliado del PAN, le esperan tiempos más difíciles a la hora de participar en las elecciones.

La desaparición lo ronda muy cerca y la verdad no se ve cómo pueda salvarse. Si bien le va, ser parte permanente del chiquitaje sería su destino próximo.

Por lo que respecta al PES en Veracruz, su dirigente estatal, Gonzalo Guízar, estuvo preparando una jugada que hasta ahora le está resultando.

Jaló a una diputada local del PRD y de esa forma conformará su minibancada, es decir, se desliga de Morena.

A final de cuentas no es de extrañarse la acción de Guízar. El PES no fue bien tratado por Morena en la campaña, con el argumento –tal vez válido- de que aportaba poco o nada y pedía mucho.

Luego, según ha trascendido, Gonzalo, quien tiene larga trayectoria en la política veracruzana, habría planteado que en la administración de Cuitláhuac García le dieran el cargo de secretario de Gobierno.

La respuesta a esta petición habría sido amable pero en sentido negativo, así que el de Coatzacoalcos supuestamente quedó dolido.

Así que ahora la reacción vino de parte de Gonzalo Guízar, al lograr la incorporación de una legisladora perredista a diputados del PES, para de esa forma conformar su bancada y desligarse de sus aliados hasta poco de Morena.

Cambio en dirigencia del PRI sería hasta enero

Definida la coordinación de la bancada del PRI en el Congreso local, acertadamente a favor de Érika Ayala, seguiría el cambio en la dirigencia estatal del Partido Revolucionario Institucional.

Oficialmente el periodo para el que fue nombrado Américo Zúñiga Martínez al frente del PRI termina en este mes, así es que se suponía que por estos días se daría el cambio.

Pero los días pasan y no sucede nada. Independientemente de eso es sabido que el Comité Ejecutivo Nacional del PRI ordenó cesar cualquier cambio en dirigencias o nombramientos de directivos.

De hecho, el controvertido nombramiento dado a Érick Lagos como delegado regional, fue el último y de ahí fue cerrado el tema de los movimientos.

Así las cosas, no sería extraño que el cambio en el PRI se dé hasta enero. No es que Américo se aferre al cargo, simplemente serían las circunstancias.