Xalapa, Ver.- Desde hace dos años, un grupo de amigos y vecinos de la colonia Francisco I. Madero realizan una ofrenda colectiva en casa de la familia Torres Hernández, donde pueden aportar diversos elementos para enriquecerla, así como las fotografías de sus seres queridos que se han ido y con quienes esperan un reencuentro durante Todos Santos.
Al visitar el domicilio ubicado en la calle Centroamérica número 38, los hermanos Efraín y Nicolás Torres, en compañía del antropólogo Alejandro Rodríguez Hernández, colocaban los últimos elementos así como tazas con el aromático chocolate, tamales, el aguardiente, un refresco de cola y un pastelito, entre la fruta de la temporada como guayabas, manzana y naranja mandarina.
Al pie de la ofrenda, con pétalos de cempasúchil se podía leer “Colfraima”, abreviatura para la colonia Francisco I. Madero que representa a los vecinos, su equipo de futbol y su propia idiosincrasia.
Rodríguez Hernández comentó que entre los elementos sobresalientes de la ofrenda están los arcos, dos en este caso, adornados con flores de color rojo y amarillo brillante, que representan el recorrido solar desde el amanecer, al cénit y al ocaso para introducirse al inframundo, donde se encontraba con las almas de las mujeres que murieron durante el parto, por lo que eran consideradas como guerreras.
Al emerger nuevamente por el oeste para iniciar su recorrido ya varias aves acompañaban al sol, éstas son el espíritu de esas guerreras y muchas otras personas que se adelantaron. Así los visitantes del inframundo llegarán a visitar sus ofrendas desde las 12 horas del día 28 de octubre cuando llegan las ánimas solas, el día 29 las personas que murieron ahogadas o en algún accidente, el 30 llegarán los niños del limbo que murieron sin ser bautizados y el 31 lo harán los niños en general, el día primero llegarán los fieles difuntos, que se quedarán en la tierra hasta las doce horas del día dos de noviembre. Hora en la que si las personas ponen atención cambia el ambiente y se siente un ligero vientecillo que anuncia su partida.
En algunas culturas, como la totonaca, las personas hablan con las velas, pues éstas y su luz representan a los fieles difuntos y de acuerdo a como se ve la vela es el ánimo de los visitantes; por ejemplo si ésta tiende a verter varias gotas o de va de lado quiere decir que el difunto llora y está triste, pues pronto habrá de despedirse de sus seres queridos.
Destacó que esta es la festividad más significativa para los mexicanos, aunque a la fecha la ofrenda guarda elementos prehispánicos con los que fueron traídos de Europa por los españoles. Ésta contempla los cuatro elementos que son aire, tierra, agua y fuego; las flores representan a la tierra, el copal encendido representa al aire.
En la ofrenda la luz es fundamental ya que permite la entrada de los espíritus al mundo de los vivos, asentó. Así se espera que durante los próximos días la ofrenda vaya creciendo con las aportaciones de los vecinos y amigos, quienes se cooperaron para iniciarlo y hasta de Tijuana, uno de sus compañeros envió su aportación. El objetivo es que no se pierda la tradición, que se conserve y con ello se fortalezca la unidad de los vecinos de la calle Centroamérica.
Espera que durante los próximos días la ofrenda vaya creciendo con las aportaciones de los vecinos y amigos, quienes se cooperaron para iniciarlo; incluso un vecino que ahora vive en Tijuana envió su aportación.