/ domingo 9 de febrero de 2020

En las fronteras de México, ¿quién abre y cierra las puertas?

“Clauditur oranti, sed panditur aula ferenti: la puerta está cerrada a quien viene a preguntar; abierta para aquél que trae”.

La expresión latina antes transcrita, acompañada de su traducción, es muy clara y proviene de la época del imperio romano, gobernado por los Césares, cónsules y pretores para administrar justicia; aunque tiene aplicación en estos tiempos de la Cuarta Transformación, donde muchos de los colaboradores de AMLO pareciera que fueron contratados para “hundir el barco”.

Tal es el caso del subsecretario de Gobernación, Ricardo Peralta Saucedo, cuya formación profesional universitaria deja mucho qué desear. Y a propósito de la marcha encabezada por los hermanos LeBarón y el poeta Javier Sicilia, para protestar por la ineficacia de las fiscalías encargadas de investigar, perseguir y consignar a los autores de los crímenes proditorios que cegaron la vida de sus familiares, en vez de atenderlos como es su deber, se concretó a informar a AMLO sobre la escasa asistencia de los protestantes y queriendo minimizarlos, expresó: “a chillidos de marrano, oídos de chicharronero”, como pretendiendo congraciarse con su jefe, mediante expresiones que denigran a los demandantes de justicia.

Peralta Saucedo sustituyó en el cargo a Zoé Robledo, actual director del IMSS, quien a su vez relevó al expresidente del PAN vestido de Morena, Germán Martínez. No hay que olvidar que el presidente quiere colaboradores que cubran el 90% de honestidad y el 10% de preparación. Pero antes de que don Ricardo tomara la Subsecretaría, estando en funciones como director de Aduanas, declaró a Proceso que el sistema aduanero ha sido la puerta grande del crimen y criticó la operación de la estructura tecnológica de las aduanas con el gobierno de Peña Nieto, a quien culpó de facilitar a grupos del crimen organizado el tráfico de miles de armas hacia México.

El antecesor de Ricardo Ahued en la Administración General de Aduanas y Comercio Exterior agregó que México resulta ser un caldo de cultivo extraordinario para el tráfico y el contrabando, que se puede realizar porque “todo el tiempo van de la mano la impunidad y corrupción”. Por lo visto con la actuación de Ricardo Peralta y del senador con licencia Ricardo Ahued Bardahuil el trabajo en aduanas sigue igual, como facilitador del tráfico de la piratería, drogas, armas y disminución de ingresos para la SHCP en las principales aduanas de la frontera con Estados Unidos.

“Clauditur oranti, sed panditur aula ferenti: la puerta está cerrada a quien viene a preguntar; abierta para aquél que trae”.

La expresión latina antes transcrita, acompañada de su traducción, es muy clara y proviene de la época del imperio romano, gobernado por los Césares, cónsules y pretores para administrar justicia; aunque tiene aplicación en estos tiempos de la Cuarta Transformación, donde muchos de los colaboradores de AMLO pareciera que fueron contratados para “hundir el barco”.

Tal es el caso del subsecretario de Gobernación, Ricardo Peralta Saucedo, cuya formación profesional universitaria deja mucho qué desear. Y a propósito de la marcha encabezada por los hermanos LeBarón y el poeta Javier Sicilia, para protestar por la ineficacia de las fiscalías encargadas de investigar, perseguir y consignar a los autores de los crímenes proditorios que cegaron la vida de sus familiares, en vez de atenderlos como es su deber, se concretó a informar a AMLO sobre la escasa asistencia de los protestantes y queriendo minimizarlos, expresó: “a chillidos de marrano, oídos de chicharronero”, como pretendiendo congraciarse con su jefe, mediante expresiones que denigran a los demandantes de justicia.

Peralta Saucedo sustituyó en el cargo a Zoé Robledo, actual director del IMSS, quien a su vez relevó al expresidente del PAN vestido de Morena, Germán Martínez. No hay que olvidar que el presidente quiere colaboradores que cubran el 90% de honestidad y el 10% de preparación. Pero antes de que don Ricardo tomara la Subsecretaría, estando en funciones como director de Aduanas, declaró a Proceso que el sistema aduanero ha sido la puerta grande del crimen y criticó la operación de la estructura tecnológica de las aduanas con el gobierno de Peña Nieto, a quien culpó de facilitar a grupos del crimen organizado el tráfico de miles de armas hacia México.

El antecesor de Ricardo Ahued en la Administración General de Aduanas y Comercio Exterior agregó que México resulta ser un caldo de cultivo extraordinario para el tráfico y el contrabando, que se puede realizar porque “todo el tiempo van de la mano la impunidad y corrupción”. Por lo visto con la actuación de Ricardo Peralta y del senador con licencia Ricardo Ahued Bardahuil el trabajo en aduanas sigue igual, como facilitador del tráfico de la piratería, drogas, armas y disminución de ingresos para la SHCP en las principales aduanas de la frontera con Estados Unidos.