Hipólito Reyes Larios, arzobispo de Xalapa, llamó a los feligreses a evitar toda clase de avaricia porque la vida del hombre y de la mujer no depende de la cantidad de bienes que tengan sino de lo que puedan compartir con el prójimo.

Durante su homilía dijo que en el dinero y en la acumulación de riquezas “no está la felicidad sino en el compartir. La avaricia es como una idolatría, el dinero se convierte en un ídolo, pro es un ídolo que no es grato, que no sabe complacer, sino que pone a quien lo posee en peligro y quien en estos tiempos tiene dinero más peligra porque no faltarán ladrones que se lo quieran robar y ya sabemos todas las demás cosas que pasan”.

El prelado refirió que la avaricia es uno de los pecados capitales y que los demás son la envidia, la gula, la ira, la lujuria, la pereza y la soberbia.

Se llaman pecados capitales porque de ellos se derivan otros. Por ejemplo, por la avaricia se empiezan a acumular bienes, la gente se hace tacaña, no quiere cooperar con nada, siempre anda mal vestida y aparentando que no tiene dinero cuando en el banco tiene sus cuentas

Recordó que lo que Jesús ha solicitado a todos es que se compartan las cosas que se tienen, “que seamos solidarios con todos porque ello es la mayor riqueza, la mayor satisfacción que se puede tener. Los bienes materiales hay que compartirlos y ayudar con ello a quien en verdad necesita”, dijo.

Aclaró que es necesario tener un sentido del ahorro, pero no dejarse llevar por el consumismo que es dañino y por el cual la gente acumula lo que no necesita: discos, programas, aparatos, teléfonos, libros, que luego son objetos que se arruman en la casa.

"No es conveniente caer en ese estado de comprar y consumir en demasía porque las cosas son vanidad", dijo.

Al inicio de la misa, Hipólito Reyes Larios pidió a Dios por la salud del Cardenal Sergio Obeso Rivera y del Obispo de Córdoba, Eduardo Patiño Leal, quienes se encuentran enfermos

También pidió por la salud de los padres Sergio de la Fuente, Arturo Gasperín y Justo Raúl Domínguez.