Xalapa, Ver.- El Administrador Apostólico de la Arquidiócesis de Xalapa, José Trinidad Zapata Ortiz, afirmó que los consagrados deben pedir la intercesión de los santos para ser humildes pues “nos subimos a un tabique y ya nos creemos más grandes” que la feligresía.
En la homilía dominical en la Catedral Metropolitana de Xalapa explicó que el Papa Francisco ha querido hacer un sínodo sobre la sinodalidad que significa caminar juntos pues ésta es un antídoto contra el “clericalismo” o el autoritarismo de los clérigos que se sienten con poder y no toman en cuenta al pueblo de Dios.
Refiere que si se camina juntos habrá menos clericalismo, autoritarismo, abusos de poder, de conciencia e incluso de menores, “eso es lo que el Papa quiere, piensa y así va a ser porque nos vamos a poner en movimiento como pueblo de Dios”.
“Se han venido haciendo sínodos sobre los sacerdotes, la vida consagrada, los laicos, la familia, el último que se hizo fue sobre los jóvenes y en esta ocasión quiere hacer un sínodo sobre la sinodalidad, y qué significa, él ha dicho que es el camino que Dios pide a la iglesia del tercer milenio, la sinodalidad y consiste en caminar todos juntos en el mismo piso, no unos arriba y otros abajo”.
Y es que expuso que, aunque se han hecho sínodos y la iglesia bajo la acción del espíritu santo está en comunión y los ordenados, los jerarcas están en colegialidad, y ahora el Papa desea estar en sinodalidad, “caminar junto con el pueblo de Dios”.
“No solamente tomar decisiones entre nosotros y decir lo que tienen qué hacer y por dónde tienen que ir, sino preguntarle al pueblo de Dios por dónde o si estamos caminando bien, esa va a ser una pregunta muy importante en este tiempo de consulta, ¿la iglesia está caminando bien? Y qué pasos hay que dar para mejorar o para madurar o para seguir adelante”.
Para ello, refiere, es necesario que todos se pongan a la escucha, de unos y de otros y tratar de consultar a todo el pueblo de Dios.
“Para que las cosas funcionen mejor necesitamos, al ayuda de Dios, del espíritu naturalmente, también la ayuda de los santos, tenemos a la santísima virgen María, entonces vamos a pedirle su intercesión para que nos conceda ser humildes, sobre todo a nosotros los consagrados, porque como que nos subimos a un tabique y ya nos creemos más grandes que ustedes y todos tenemos la misma dignidad, pero cada quien tiene su identidad y función en el pueblo de Dios”.
