VERACRUZ, Ver.- Con más de medio siglo de antigüedad, el tradicional Café de La Merced cerró sus puertas debido a que no pudo soportar el embate de la pandemia por coronavirus.
Aurelio Ibañez, propietario del establecimiento, señaló que desde el 8 de mayo se vio obligado a bajar sus cortinas debido a la instrucción de autoridades para paralizar la actividad económica completamente.
Sin embargo, a diferencia de otras empresas que hicieron lo mismo, el Café de La Merced no tendrá posibilidades de reanudar sus servicios para adaptarse a la nueva normalidad de manera inmediata.
El dueño del negocio señaló que tendrá que esperar a que cuente con las posibilidades económicas para aperturar de nuevo, aunque no tiene una fecha estimada de cuándo será eso.
Yo si quiero abrir, pero no tengo las posibilidades ahora, necesito el apoyo del Gobierno del Estado, del Gobierno Federal, posiblemente de algún socio, porque yo ahorita con la pandemia no puedo
El dueño afirmó que, por el momento, no cuenta con la solvencia económica para cubrir con los pagos de renta, energía eléctrica, agua potable, seguro social, impuestos e insumos.
Aunado a ello, la falta de ventas dejó al propietario del negocio sin la posibilidad de cubrir su sueldo a 40 empleados que dependían de los establecimientos, muchos de ellos con toda una vida laborando en el restaurante.
Todavía al inicio de la pandemia se logró ir sacando los gastos necesarios con las pocas ventas que generaban, pero el embate terminó de causar la quiebra cuando la crisis se recrudeció.
El Café de La Merced es un negocio que se ubica en la primera sección del Centro Histórico de la ciudad de Veracruz, sus clientes asiduos eran adultos mayores que asumían como una tradición desayunar, comer o cenar en compañía de sus amigos.
También era visitado por turistas atraídos por la cocina tradicional veracruzana, principalmente antojitos y el típico café lechero que se sirve en otros restaurantes tradicionales.
En febrero pasado el Café de La Merced cumplió 59 años y alistaba sus festejos para conmemorar las seis décadas desde su fundación, en compañía de sus clientes más asiduos.
Esta es la primera vez que se ve obligado a cerrar por un largo tiempo, en espera de que cuente con la solvencia económica para regresar a la actividad comercial.