En este sexenio han crecido las empresas trasnacionales comercializadoras de café y no el apoyo a los productores y organizaciones. De acuerdo con la Nestlé, de 10 vasos de café, seis son de Nescafé afirmó el presidente de la Coordinadora Nacional de Organizaciones Cafetaleras, Fernando Celis Callejas, al señalar que tienen el control del café nacional y es cada vez “más chatarrizado”.
“El café de la Nestlé es cada vez más chatarrizado con café robusta, importando vende capuchinos a 6 pesos el sobre en las tiendas, que tienen el 7 por ciento de café y lo demás es saborizante y endulzante artificial”, expuso.
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En conferencia de prensa lamentó que, en México, la comercialización del café la dominan tres empresas internacionales y todas relacionadas con la Nestlé. Señaló que éstas no pagan la calidad del café mexicano por lo que se vende menos y los productores para poder sobrevivir tuvieron que diversificar sus ingresos, tener otros cultivos, tener otros ingresos o migrar.
“Han resistido, pero con una baja productividad (…) ahora los cafetaleros si quieren mejorar, tienen que organizarse más, tienen que luchar, no viene una situación positiva es un mercado mundial muy caótico, hay una situación mundial muy complicada, el cambio climático”.
Celis Callejas sostuvo que los cafetaleros se tienen que organizar para que hayas nuevas políticas publicas, “Hay que tener un esquema y acuerdos con otros países para regular los precios, que haya precios remunerativos, muchos dicen que no se puede, no, sí se puede, depende de la voluntad de los países productores y México debe trabajar para eso”.
Añadió que se debe fomentar la producción, la renovación de cafetales, fertilización, para lo que el gobierno debería tener una política de mayor apoyo a la producción.
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“El gobierno reacciona cuando ve que hay mucha gente, que mucha gente demanda, se organiza y se moviliza y eso es lo que hay que apelar a los productores, hacemos un llamado a los productores de Veracruz y México, a organizarnos más, a reunirnos, a definir las demandas, por décadas lo hemos hecho varias veces y ahora hay que hacerlo otra vez, de eso va a depender que sobreviva la cafeticultura y que los productores puedan superar la pobreza, está en manos de lo que hagan los productores de café también”.