México ahora con fama de ser corrupto o huachicolero: Arzobispo

En su homilía en la Catedral Metropolitana de Xalapa lamentó que, en la actualidad los mandamientos de Dios se hagan un lado y los cristianos vivan en sentido contrario a lo que marca el cristianismo

Ariadna García

  · domingo 3 de febrero de 2019

Arzobispo de la Arquidiócesis de Xalapa, Hipólito Reyes Larios / Foto: David Bello

Xalapa, Ver.- Para el arzobispo de la Arquidiócesis de Xalapa, Hipólito Reyes Larios, lamentó que el país tenga fama de ser "corrupto o huachicolero", donde la corrupción está en todos bajo el dicho el que "no tranza no avanza o el de a mí póngame dónde hay que yo escojo".

Por ello, consideró que, el cristiano que no es rechazado o agredido no está haciendo las cosas bien. En su homilía en la Catedral Metropolitana de Xalapa lamentó que, en la actualidad los mandamientos de Dios se hagan un lado y los cristianos vivan en sentido contrario a lo que marca el cristianismo. Abundó que para ser seguidores de Cristo se necesita vivir como católico y cristiano pero insistió en que son pocos los que viven de acuerdo a los mandamientos dado que la mayoría los ponen en duda.


Ejemplo de ello, señaló es el quinto mandamiento “No Matarás” que no se sigue, pues hay una cultura de muerte, asesinatos, secuestros, torturas al que la población cada vez se acostumbra más. A ello se suma, dijo, la promoción de la cultura del aborto y el que, los sexto y noveno mandamientos que tienen que ver con la sexualidad se hagan a un lado en búsqueda de un placer y libertinaje pagano. "No mentiras, el octavo, vivimos en un ambiente de traición, mentiras, engaños.

El séptimo, No robarás, ahora tenemos fama de un país huachicolero, corrupto, donde la corrupción está en todos nosotros, bajo el dicho el que no tranza no avanza o el de a mí póngame dónde hay que yo escojo”, criticó. Reyes Larios advirtió que si no se siguen los mandamientos no se puede dar testimonio de ser cristiano y si no son cuestionados significa que son “igual que todos”, acostumbrados a lo mundano y llevándose por encimita la fe.

El prelado apuntó que actualmente se vive un momento de persecución, y que se busque acabar con la cultura cristiana, respondiendo más a un paganismo relativista e individualista, donde cada quien busca su propio bien.

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