Papantla, Ver.- El obispo la Diócesis de Papantla, José Trinidad Zapata Ortiz, reconoció que “México tiene fama de fraudes electorales desde siempre, por eso los ciudadanos deben de poner las boletas donde correspondan y después a cuidar que no cometan estos incidentes”.
Asimismo, “la Iglesia participa en política invitando a votar, pero no dice por quién debes de votar, sino que elijas en conciencia, que beneficie al país, también es importante cuidar el voto, no sólo votar, sino cuidar que no hagan fraude”, enfatizó.
“El país está pasando por un proceso electoral histórico, ya que son unas elecciones concurrentes y en este sentido la Iglesia hace un llamado, en primer lugar a votar y a discernir el voto poniéndonos en conocimiento, informándonos quiénes son los candidatos para poder valorar cuál nos agrada para darle nuestro voto”.
Recordó que “vamos a elegir presidente de la República, senadores, diputados federales, gobernador y diputados locales; entonces hay mucho en juego y el voto tiene que ser libre”.
Monseñor Zapata Ortiz pidió que “no haya ninguna presión por favoritismo ni dádivas, el voto debe ser razonado, libre y secreto, ésta es parte de nuestra participación política, no solamente en este tiempo, la política en la oficina de los Papas tiene un alto valor para la Iglesia, desafortunadamente en nuestros tiempos está muy infravalorada, muy denigrada por la situación tan difícil por la violencia”. Además “no se ha conseguido la paz; es un hecho que necesitamos a alguien que se meta a hacer política no por intereses de riqueza o de poder, sino por el bien común que es la finalidad de la política”.
Pidió que “haya personas buenas, transparentes y por eso es importante conocer el perfil de los candidatos, sus propuestas, sus pensamientos, su trayectoria y saber si puede darnos ese México que queremos; el tema de si es un gobierno de izquierda o de derecha es difícil responder, al igual que es difícil qué color nos conviene, porque se habla de derecha y de izquierda, pero se hacen alianzas entre partidos irreconciliables entre sí, se mezclan con los que no se llevaban y confunden mucho más a los electores”.
Por lo que “ahora, hay que escoger a la persona primero, porque si escojo a uno, tiene varios colores, entonces hay que pensar en qué persona podría ser, realizar ese cambio que se necesita y elegir con toda libertad”.