Mínimo ingreso y salida de pipas cargadas de combustible de Veracruz a otros puntos del país

La mayoría de los tractocamiones son de empresas particulares y una que otra de Petróleos Mexicanos, se trasladan sin escoltas de alguna corporación de seguridad o de fuerzas federales

Danytza Flores

  · miércoles 9 de enero de 2019

Foto: Raúl Solís

Veracruz, Ver.- El movimiento y traslado de gasolina desde la terminal de almacenamiento y despacho El Sardinero, ubicada en el puerto de Veracruz, no ha variado en gran medida en las últimas horas, a pesar del desabasto que existe en otros estados de la República. En un recorrido que se realizó en dichas instalaciones a cargo de Petróleos Mexicanos (PEMEX), así como en las entradas y/ o salidas de la conurbación, se observa que la frecuencia de entrada y salidas de pipas de combustible no es como el que se presentó este martes en la refinería de Minatitlán, al sur de la entidad.

Se puede apreciar que la mayoría de los tractocamiones son de empresas particulares y una que otra de Petróleos Mexicanos se trasladan sin escoltas de alguna corporación de seguridad o las fuerzas federales, como se había anunciado como parte de las medidas para el combate del huachicol. Hasta ahora no ha existido desabasto de combustible en estaciones despachadoras de la zona metropolitana de Veracruz, el área urbana más grande que existe en toda la entidad.

Foto: Raúl Solís


Lo anterior, reporta el presidente de la Asociación de Gasolineros del Estado de Veracruz, Gilberto Bravo Torra, quien dijo que se debe a que el combustible llega al puerto de Veracruz directamente en buques, que son descargados en la terminal de El Sardinero, desde donde son distribuidos. En caso de que una estación de gasolina termine su suministro, esta es abastecida en menos de una hora, debido a la cercanía que existe para acceder a las gasolinas.

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Actualmente existen nueve estados de la República con problemas de abasto de gasolinas, entre los que se encuentran Guanajuato, Queretaro, Jalisco y la Ciudad de México. Lo anterior derivado del cierre de la distribución de combustible a través de poliductos, como medida para combatir el robo a través de tomas clandestinas.