Las mujeres de las zonas rurales son emprendedoras y siempre están dedicadas al trabajo, sin embargo, están sujetas a lo que diga el marido y si este dice que “no” se trunca su crecimiento, expresó Flor de Carmen Balderas, microempresaria de Tepeyahualco, en el estado de Puebla.
"En el nivel rural el grado académico es muy bajo, pero trabajan mucho y hacen cosas maravillosas las mujeres rurales que solo hace falta un pequeño detalle para que obtengan un buen precio por sus productos, pero la mujer en el campo la tiene difícil, pues si mi marido me dice que puedo entonces lo hago”, indicó.
Resaltó que además de ser microempresaria y de participar actualmente en eventos incluso de carácter internacional con sus quesos se dedica dar talleres y a impulsar a las mujeres emprendedoras.
Sin embargo, refirió que faltan muchos apoyos para que las mujeres puedan ponerle valor agregado a sus productos.
Señaló que además la falta de preparación y capacitación es lo que provoca que esos productos que solo requieren una envoltura o etiqueta para valer mucho se queden en casa o no reciban un precio justo y se vendan a precios por debajo de su costo real.
Indicó que el emprendedurismo es algo que inicia por hacer el cambio en pequeñas cosas y al tiempo se sumarán grandes cambios, pero sobre todo platicará como sus productos pueden ser aceptados.
Criticó que en el sector rural aún se de esa situación de “machismo” que si la marido no las deja entonces no lo hacen, pero indicó que de eso se trata, de cambiar la mentalidad de las mujeres y que estas salgan adelante.
Sostuvo que en su caso se dedica a los quesos y actualmente hay queseros mexicanos que están luchando por darle una identidad al lácteo producido en nuestro país y que puede competir a nivel nacional e internacional.