Con pasión y entusiasmo, feligreses mantienen las visitas a la Virgen de Guadalupe. Las peregrinaciones no han cesado y el santuario del Dique se mantiene repleto de creyentes que acuden con mucha emoción a adorarla en su día.
Nada detiene a los católicos. Desde el inicio de mes todos los días son de un ir y venir de peregrinos que llegan a pie y en algunos vehículos adornados para festejar a "la morenita del Tepeyac".
Adultos mayores y discapacitados, con ayuda de policías y familiares, suben por las escalinatas del santuario con tal de ver a la virgencita.
Los católicos se mantienen unidos por la fe y reunidos en el santuario realizan oraciones para agradecerle por la salud, por la familia y por el trabajo
Los niños y niñas vestidos de indito e inditas no faltaron a la cita, en compañía de sus padres, para homenajear a la Virgen Morena.
Las calles aledañas a la basílica menor se mantienen con una intensa actividad; la vendimia se da a todo lo que da y entre lo que más se adquiere son los recuerdos e imágenes religiosas.
Con mucha atención, los feligreses escucharon la homilía, que además de enfocarse en el Día de la Virgen de Guadalupe aprovechó la ocasión para pedir por la paz y la erradicación de la violencia.