MALTRATA, Ver.- El sacerdote Marcos Palacios Cárdenas, párroco de la Iglesia de San Isidro Labrador y coordinador de la Pastoral Social en la Diócesis de Orizaba, ofició una Eucaristía por el eterno descanso de las 23 personas que fallecieron en el accidente entre un tráiler y un autobús de turismo que llevaba a peregrinos de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas de vuelta a su lugar de origen el 29 de mayo pasado.
Mencionó que se colocó una cruz en el lugar “como signo de nuestra Redención y que los que están ahí fallecidos, por los méritos de Cristo en la cruz, Dios les conceda la vida eterna”, señaló.
Recordó que la vida es frágil:
Independientemente de que estés en una peregrinación, de que seas católico o no nuestra vida es frágil y en cualquier momento puede terminar, como desafortunadamente le ha tocado a estos hermanos nuestros, ya sean peregrinos de una religión o de otra. Es muy triste esto que pasa, pero en medio de estas tristezas estamos presentes para manifestar nuestra solidaridad.