LA CONCEPCIÓN (JILOTEPEC), Ver.- José Carlos Moreno Barrera, fue ordenado como presbítero en la capilla de la Inmaculada Concepción, en la comunidad de la Concepción, municipio de Jilotepec, celebración que fue presidida por el arzobispo de Xalapa, Hipólito Reyes Larios, quién hizo la imposición de las manos y así dio por sellado el compromiso.
Presentes estuvieron sacerdotes de Orizaba, Córdoba y Xalapa, así como formadores del Seminario de Xalapa, también religiosas, familiares del ordenado, fieles de diversas comunidades además del alcalde de Jilotepec, Sergio Fernández Lara.
La comunidad de la Concepción abarrotó la capilla de la Inmaculada Concepción, pues José Carlos será el segundo de su familia en esa congregación en ordenarse como sacerdote.
El arzobispo inició la celebración pidiendo a Dios para que el Diacono Carlos quién recibe la ordenación Presbiteral en su ministerio y en toda su vida solo busque la gloria de Dios. "Aquí estoy señor para hacer tú voluntad, espere confiadamente en el señor, el se inclinó hacia mí y escucho mi clamor", fueron parte de los cantos durante este ordenamiento.
En un primer interrogatorio el obispo cuestionó, entre otras cosas, a José Carlos cuándo sintió el llamado de la Iglesia e indicó que fue al estar en un congreso internacional de sacerdotes en Monterrey, donde sintió el llamado, al grado que dejó de aplaudir, pues fue una espinita en el corazón, esto a pesar de que ya tenía su pase a la universidad y de ahí en adelante lo meditó por dos años.
El tío del nuevo sacerdote, el padre José Ignacio Barrera Murrieta, refirió que para él es una alegría que un familiar tome también el ordenamiento, pero sobre todo que sea alguien más de su comunidad el que descubra su vocación y le responda al Señor.
Aseguró que esto es motivo de alegría para toda la iglesia y lo que sabe es que su sobrino va a ser vicario en la parroquia de Las Vigas y antes se había desempeñado como diácono en la comunidad de Atzalan.
“En la familia todos contentos. Yo me ordené hace 23 años y en ese entonces él era casi un niño y de momento en la familia no hay nadie más y antes de mí nadie había sido religioso”, refirió.
Expresó que el sacerdocio es una invitación que Dios hace a determinadas personas y lleva un proceso de discernimiento para descubrir si dios lo está llamando y una vez que se descubre la vocación uno tiene que decidir y eso implica hacer todo un análisis de la vida y en eso es lo que ayuda el seminario.