Decenas de familiaresde personas desaparecidas de lugares como Poza Rica, Veracruz y Coatzacoalcos llegan a la Dirección General de Servicios Periciales con la esperanza de saber de sus hijas, hijos o seres queridos.
Tras llorar muchas de ellas no saben si desean encontrar o no algo que les haga saber que los objetos, indicios o restos hallados sean los de sus familiares.
Marisel Torres Melo, del colectivo Familiares en Búsqueda “María Herrera de Poza Rica”, junto con cuatro personas más, llegó para revisar los indicios hallados en la fosa clandestina recién dada a conocer por la Fiscalía General del Estado en Alvarado.
"Nos enteramos y pedimos estar aquí. Nos interesa ver, ojalá y no estén nuestros familiares", dijo. Su hijo Iván Eduardo Castillo Torres, de 17 años, desapareció el 25 de mayo de 2011 y a la fecha no sabe nada de él. Fue secuestrado y desaparecido tras salir a pasear en la feria Canaco que se realiza en esa ciudad. Iba en una camioneta Lobo, blanca, con dos chicas y un joven más de quienes también se desconoce el paradero.
"Nos pidieron dinero, pero ni aún así no los entregaron. Desde el momento que pasó yo empecé a buscar a mi hijo, al paso del tiempo conocí al colectivo y se unieron más familias", dijo.
Señaló que la búsqueda ha sido por diversos lugares, entre los que más recuerda es La Gallera en Tihuatlán de Poza Rica, donde quemaban a las personas y encontraron seis cuerpos desmembrados y restos calcinados.
"Son siete años (de búsqueda) ya espero lo que sea, claro que la esperanza no la perdemos", dijo.
Jetzabel Chelius Barragán busca a su hijo José David García Chelius de 19 años, que desapareció el 31 de octubre de 2016. Desde que interpuso la denuncia la Fiscalía General del Estado no le ha ayudado en nada. Ese día su hijo salió de antro con otro grupo de jóvenes y después llegaron a casa de uno de ellos. A partir de ahí, desconoce qué pasó con él.
“Yo soy la que tengo que estar detrás de ellos, pero realmente mi caso está parado, no se ha hecho nada, no se ha mandado a llamar a las personas que estaban ese día con mi hijo que fue el único que desapareció ese día, aunque yo les di todos los datos de las personas con las que estuvo”, dijo.
Por esa razón se sumó al colectivo Solecito de Veracruz y no ha dejado de buscar a su hijo en lugares donde nunca imaginó buscar. “Nunca te imaginas estar buscando a tu hijo entre muertos, entre huesos, restos, jamás”.
“Hemos buscado en las fosas, te encuentras completamente en un tema desconocido, no sabes para dónde jalar, con quién, a quién pedir ayuda, uno piensa que la Fiscalía te va a ayudar y oh sorpresa, que no tiene uno ningún apoyo de su parte”, dijo.
También participa de la Caravana Internacional de Búsqueda en Vida buscando a sus familiares en periciales, en forenses, penales, con la esperanza de saber algo de su hijo.
“Como que se juntan los sentimientos porque por un lado piensas que ya se acabe este infierno y angustia de ni siquiera saber si están vivos o ya no lo están. Por un lado sí quieres que todo esto se acabe, pero por otro lado no lo quiero encontrar así, yo lo quiero encontrar vivo”, añadió.
Las fuerzas que tiene para seguir vienen de Dios, asegura, tras considerar que el ser humano por sí solo no podría.
“Si uno no se encuentra en Cristo sería muy difícil mantenerse aquí de pie, y seguir con una vida y por otro lado buscando a tu hijo”.
