Xalapa, Ver.-El Arzobispo de Xalapa, Jorge Carlos Patrón Wong dedicó la misa dominical a los jóvenes migrantes veracruzanos que tienen que viajar al extranjero debido al desempleo, falta de oportunidades y ante el clima de violencia e impunidad que se vive en México.
Durante la homilía recordó el caso de los tres jóvenes de Naolinco que partieron hacia Estados Unidos en busca de un mejor nivel de vida y, desafortunadamente, perdieron la vida.
Te puede interesar: Muerte de jóvenes hace detenerse a quienes quieren migrar
Manifestó que la situación actual en la que se registra un clima de violencia, inseguridad, desempleo, falta de oportunidades e impunidad que viven las familias en el estado debería ser un incentivo para buscar la presencia de Dios en la vida diaria.
¿Qué pide el Arzobispo de Xalapa a los católicos?
En su mensaje, ante una Catedral Metropolitana llena, consideró indispensable generar ayuda a los demás, sobre todo cuando se sabe que están pasando por una situación difícil.
“Ante el clima de violencia de inseguridad de falta de trabajo, de oportunidades, de impunidad provoca que tantos hermanos necesiten ayuda, en todos los espacios hay personas que viven heridas, por lo que debemos descubrir las necesidades que tienen y ayudarlas”, dijo.
Pidió a quienes tienen vacaciones de verano aprovechar el tiempo y ser hospitalarios con quienes requieren ayuda o bien visitarlos para brindarles ayuda, la cual puede ser de muchas maneras.
“Es Jesús quien viene a nuestra casa, a mi hogar, a mi vida, a donde vivo, donde habito, viene como amigo aparentemente necesitado, está a nuestro alcance, tenemos muchas oportunidades para ver a Dios, debemos de hacer uso de la fe hecha hospitalidad”, expuso.
Recordó que cuando las personas se desprenden de lo que tienen se reciben bendiciones personales y para sus familias.
“Cuando nos desprendemos de lo que tenemos, cuando frecemos a alguien un abrazo, una sonrisa, la escucha nos pasan bendiciones, hay algo nuevo que se origina en nosotros, siempre la generosidad produce bendiciones, se debe aplicar la hospitalidad pensando en que se hace para el mismo Dios”, expresó.
Destacó que muchas veces se considera que no se tiene tiempo para Jesús o para las oraciones, siendo que cada día se pueden dedicar por lo menos dos minutos a esta actividad.
“No se tiene tiempo para Jesús por el trabajo, los amigos, la vida social, el reloj nos come, estamos tan acostumbrados al trabajo que el cansancio se convierte en estrés, en tensión, en algunos de nosotros en neurosis porque estamos preocupados, nerviosos y eso es porque hemos perdido el interés en Dios".
Te puede interesar: Hay que sanar y "coser" el tejido social en todo el mundo: Papa Francisco
No nos cuesta nada acercarnos a Jesús con una oración no nos cuesta nada pasar a una iglesia sólo dos minutos, todos disfrutamos escuchar el evangelio, la palabra de dios, gozamos comulgar, sentimos una experiencia maravillosa, eso es lo que debemos seguir realizando”, agrega.