Con llanta de bicicleta, botellas de pet, algunos herrajes, velcro y un poco de pintura negra, Francisco Cervantes, estudiante del turno matutino de la escuela preparatoria “Antonio María de Rivera” construyó una prótesis, la cual, fue probada por una persona y su costo es incluso menor al 10% de lo que ésta puede costar en el mercado actual.
Gabriela Hernández Rivera, maestra de Francisco Cervantes Tehuitzil, expresó que de tres grupos a los que invitó a participar él fue el único interesado en entrar a la convocatoria para presentar un proyecto con materiales reciclables.
Destacó que aunque al inicio no fue la primera apuesta, pues el plan de Francisco era hacer una carretilla para apoyar a los burros que arrastran las carretas con desechos después de analizar las posibilidades el alumno propuso hacer una prótesis con botellas de PET y aunque al principio como docente no se imaginaba cómo iba a ser, refirió que poco a poco la idea de su alumno fue tomando forma.
Indicó que al inicio la prótesis parecía sólo una pila de botellas, pero expresó que conforme fueron viendo las posibilidades y utilizando el ingenio el alumno fue realizando varios prototipos hasta llegar a la pierna actual que se ve más minimalista.
Cervantes Tehuitzil cursa el sexto semestre y su mentora refirió que incluso el alumno al realizar su proyecto pensó hasta en una especie de pie para que la persona pueda meter su zapato y la prótesis se vea más natural.
Francisco Cervantes expresó que la parte principal de la prótesis es lo que sustituye el hueso de la persona, y esto lo construyó cortando la parte superior e inferior de las botellas para sacar de estas una especie de láminas, las cuales se enrollaron y se colocaron entre los cuellos de las botellas para no utilizar algún tipo de pegamento y así evitar dañar al ambiente.
Refirió que el grosor depende del peso de la persona, pero entre más láminas de pet se enrollen más resistente es la prótesis.
Expuso que la especie de pie que puso en la parte baja la hizo con llantas de la misma medida y a cada una se le hizo un ajuste para que embone una dentro de la otra y esto le da equilibrio y resistencia al pie y se sujeta con un cilindro hecho con el cuello de una botella de pet.
Los cuellos de las botellas, refirió, son usados a lo largo de la prótesis para sujetar las láminas enrolladas y esto evita usar pegamentos.
Explicó que la parte más complicada de la prótesis fue la parte de la rodilla, por lo que buscó cómo sustituir los tendones y los ligamentos por algo mecánico. Expuso que esto lo logró colocando dos pistones que le dan resistencia y elasticidad a la pierna para que se pueda flexionar.
La parte del muñón, dijo, es también fabricado de pet y se ajusta dependiendo de la persona, por lo que mostró el corte lateral de la botella de pet y el velcro que le fue colocado para poderla ajustar y que la persona esté cómoda.
El estudiante indicó que esta prótesis ya la probaron con una persona que le sirvió de modelo y resaltó que en el mercado las prótesis van desde los 10 mil hasta los 100 mil pesos, pero una prótesis de este tipo tiene un costo máximo de 400 pesos.
Con este proyecto resaltó que cualquier persona que requiera de una prótesis y no tenga el recurso para comprarla la puede fabricar, reducir su impacto económico y apoyar al medio ambiente reduciendo el impacto ambiental.
Con este proyecto, refirió, concursó en la fase de zona y estatal quedando en primer lugar, pero van a tratar de seguir mejorando la prótesis en beneficio de las personas que requieren ese tipo de aditamentos.