Impulsar una cultura de respeto, aceptación e inclusión y de no violencia, así como lograr el matrimonio igualitario y una ley de identidad de género son de los grandes retos para el estado de Veracruz en materia de derechos humanos en favor de las personas LGBT+, definen activistas.
Leonardo Ruiz, activista de la diversidad, señala que hablar de diversidad sexual en el futuro para Veracruz es ver un estado vanguardista en cuestión de derechos e igualdad, donde la justicia “no brille por su ausencia, que tengamos un estado más empático donde la sociedad se rija en el amor y solidaridad”.
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Considera que la comunidad tiene un reto importante, como el aceptarse sin perjudicar a terceros. “El turismo y la cultura tendría un impacto sumamente importante hablando de matrimonios igualitarios donde la derrama económica sería significativa, justo hace más de 18 años di esta exclusiva de la derrama económica beneficiaria al estado, pero a los grandes poderes no les importó y dejaron de lado, mientras en otros estados esto era oro molido y exitoso. Veracruz listo para repuntar en vanguardista en derechos e igualdad”.
Silvia Susana Jácome, también activista, refiere que los retos son muchos porque aun cuando ha habido avances son muy pocos; a su decir, de los más importantes es acabar con la violencia, tener una ley de identidad de género y lograr que niños, niñas y adolescentes trans puedan modificar su acta de nacimiento, pero también seguir impulsando una cultura de respeto, aceptación e inclusión.
“La violencia que se da incluso en el ámbito policiaco, tenemos amigas trans que se dedican al trabajo sexual que han reportado violencia por parte de los cuerpos policiacos en la entidad y eso es muy grave porque son quienes debieran protegernos, pero ocurre todo lo contario en algunos casos, el caso extremo son los crímenes de odio que siguen ocurriendo además con total impunidad y es necesario que se emprendan medidas preventivas y lleven a cabo actos de justicia para evitar que se siga con este flagelo”, expresó.
A su decir, otros retos son en materia legislativa, pues aun cuando el registro civil estatal, generó un procedimiento administrativo para modificar actas de nacimiento de personas trans, que ayuda, es necesario tener una ley de identidad de género que garantice ese derecho. Aunado a ello, lograr tener un protocolo de atención a niños, niñas y adolescentes trans en el ámbito escolar donde se establezcan criterios para que pueda ejercer el derecho a la educación sin renunciar al derecho a su identidad.
Benjamín Callejas Hernández, presidente de la coalición estatal LGBT+, señala que el matrimonio igualitario, la salud y el empleo para la comunidad son los grandes retos en Veracruz.
El matrimonio igualitario porque daría derechos civiles a las personas del mismo sexo que deciden unir sus vidas, porque se vería materializado el acceso al derecho a la salud, la adopción o el reconocimiento de los hijos.
Explica además, que con la pandemia se hizo evidente las carencias en materia de salud y que las instituciones son demasiado frágiles y no están fortalecidas, lo que va de la mano con el empleo dado que, en esta crisis sanitaria, mucha gente se ha quejado de que el sector salud ha limitado la atención a otros padecimientos o enfermedades y se ha tenido que recurrir al servicio médico particular.
“Y si no tienes trabajo, no puedes acceder por una parte a la seguridad médica, institucional y por otro lado no tienes chamba para pagar un médico particular y todavía va para largo esta recuperación económica; nuestra población la está padeciendo porque no hay la generación de empleos, muchas empresas están cerrando (…) hay estudios de que cuando alguien de nuestra comunidad pierde su trabajo, tarda de 6 meses a un año para volver a encontrarlo y esto agrava el acceso a esos derechos”.
El abogado Irving Bonilla sostiene que en este momento son dos los retos que enfrenta Veracruz, el primero en materia legislativa puesto que el estado no ha armonizado su normatividad respecto al matrimonio igualitario y lo que conlleva con el derecho a la adopción y seguridad social, pero además el de garantizar el derecho a la identidad autopercibida de las personas trans.
Pero se debe ir mucho más allá, sostiene, respecto al derecho a la salud y los alcances que el estado mexicano a través de sus autoridades debe tener para proteger el derecho a la salud, la vida, a la integridad personal de las personas trans, por ejemplo.
“Es el derecho al trabajo, a la educación, porque en ese sentido me parece que el balón está en la cancha del Poder Ejecutivo para diseñar políticas públicas muy específicas y poder terminar de raíz con la discriminación estructural de la que han padecido los miembros de la comunidad LGBT”.
Felicidad no debe medirse por la preferencia sexual
El limitante a la felicidad no debe ser medido por una preferencia sexual, la libertad de poder oír el qué dirá la familia, amigos y personas del entorno social sin dañar los sueños y pensamiento de una persona son base importante que genera seguridad y ayuda a formar seres de talento que destacan por ser ellos mismos, asegura el estilista Yamil Vargas.
Para el orizabeño el acercarse a su familia y decirles su preferencia sexual le generó comentarios de tipo “ve al psicólogo”, sin embargo fue una transición agradable, pues a pesar de la discriminación y señalización hacia las personas de la comunidad LGBT+, él no lo padeció, “siempre me decían que era raro y extraño, pero me aceptaban por ser su amigo y desde entonces compartí la preparatoria con mis amigos”.
Yamil recordó que fue a los 12 años cuando, gracias a los mandados que hacía a sus vecinas, pudo juntar dinero y comprarse su primera máquina de rasurar, pues cansado de que le cortaran el cabello sin que fuera de su agrado, aprendió con la práctica y fue del estilismo como pudo hasta ahora salir adelante, incluso pagándose la carrera de administración de empresas y a pesar de que no la culminó, está agradecido con la profesión que hoy día ejerce.
Su infancia fue 100 por ciento en Orizaba, la recuerda feliz y divertida, donde poco a poco fue creciendo viendo lo bueno y lo malo de la vida, pero siempre con la inquietud de la moda, el arte, los colores y la belleza. "Como historia de telenovela me pasó que en aquellos años no había dinero para cortarme el pelo y me llevaba con la vecina que aprendió, pero a los 12 años vi una revista de venta por catálogo y me compre mi máquina, empecé a raparme por completo, pero con la práctica me iban quedando los cortes”, dice.
Dijo que estudiaba y trabajaba y aunque ingresó a estudios universitarios al final fue cuando abrió una estética profesional donde obtuvo el ingreso económico. En el mundo de la estética profesional tuvo la oportunidad de tener su primer curso de maquillaje y estilismo en el 2003 y de ahí en adelante cada año busca seguir preparándose, por ello hace 3 años formó su propio salón de belleza.
Para Yamil la psicología es un aspecto que quizá no haya estudiado, pero con sus clientas lo ejerce, ya que los problemas en casa, con la pareja, laborales y económicos forman parte de su día a día donde le da a sus amigas, como le llama a sus clientas, un consejo.
Agradece que sus clientes formen parte de su preferencia, pues el que esté preparado profesionalmente no ha impedido que este sector laboral le haya cerrado puertas.
Finalmente, Yamil cerró la entrevista con la palabra “vive”, “todos debemos de tener respeto por sí mismo y el prójimo, todos aportamos a esta sociedad, solo falta saber encontrar el camino”.
Con información de Guadalupe Castillo