Las calles de la ciudad están llenas de rampas y banquetas que más que ayudar a las personas con discapacidad y personas de la tercera edad, son un peligro.
En un recorrido por las diferentes vías de la periferia de Xalapa se pudo detectar que gran parte de éstas están mal construidas, por lo que no son utilizadas por las personas para las que fueron realizadas.
Varias de ellas son de dimensiones mínimas, donde no cabría ni siquiera una silla de ruedas, además de que otras fueron construidas junto a casetas telefónicas o postes que obstruyen el paso a cualquiera.
Gran parte de las rampas están en malas condiciones y no son aptas para que personas con discapacidad transiten por allí. Algunas son demasiado pequeñas, otras son demasiado empinadas y otras más están totalmente deterioradas.
Sólo en el centro de Xalapa se ha logrado construir pasos a nivel que así como ayudan a transeúntes permiten una mejor movilidad para las personas con muletas, sillas de ruedas o bastón.
Recientemente el director de Obras Públicas, José Eduardo Robledo, admitió que por mucho tiempo se hicieron en la ciudad “rampas sin sentido” que son más peligrosas que beneficiosas.
Reconoció que muchas de ellas ni siquiera se podrían usar porque fueron mal construidas.
Según el funcionario, con el nuevo gobierno están cuidando que en las nuevas calles se dejen las esquinas “deprimidas”, para borrar la guarnición, de tal manera que la banqueta se convierte en una rampa para llegar a nivel a la calle.
Algo de ello, añadió, se logró hacer en el primer tramo de Enríquez, primer tramo de Lucio y de Zaragoza, Primo Verdad y Leandro Valle, donde se le dio prioridad a las personas con discapacidad, pues las banquetas quedaron a nivel de calle.
Y al problema de las rampas mal construidas se suma el mal estado y diseño de las banquetas y la poca cultura de la población respecto al respeto de las personas con discapacidad.
En la vía pública es común observar vehículos estacionados en los espacios destinados a personas con discapacidad u obstruyendo tal cual las calles.
Adultos mayores
Marva Garcimarrero Ochoa, presidenta de la asociación Vida Digna para los Adultos Mayores, lamentó la serie de obstáculos con los que deben enfrentarse los adultos mayores en la ciudad.
Señaló que igual que las personas con discapacidad, deben esquivar postes, casetas telefónicas y rampas, además de soportar malos tratos de los conductores de las unidades del transporte público.
Otro obstáculo son las banquetas que tienen escaleras, pero no pasamanos para bajar o subir y criticó que los dueños de las casas hacen banquetas con rampas para poder meter sus coches sin pensar en el resto de la población.