Algunos síntomas que podríamos considerar como reacciones normales ante un rompimiento amoroso podrían ser: enfado y frustración, tristeza y llanto, miedo, insomnio, pérdida de interés en actividades, desesperanza.
Estos síntomas forman parte de las reacciones “normales” a la ruptura. El estado de ánimo irá mejorando poco a poco a medida que la persona se vaya adaptando a su nueva vida.
SÍNTOMAS
Mientras sentirse triste o tener dolor tras una ruptura es normal, se deberá acudir a un profesional si los síntomas no mejoran en unas semanas o si incluso van a peor.
Para ser diagnosticado de depresión se deben experimentar al menos cinco de los siguientes síntomas durante un periodo de al menos dos semanas:
Pérdida de peso y de apetito o aumento del apetito y de peso.
Dormir muy poco o en exceso.
Habla y movimientos más lentos.
Sentirse sin energía la mayor parte del tiempo.
Sensación de inutilidad.
Dificultad para concentrarse o tomar decisiones.
Pensamientos relacionados con la muerte, incluso ideación suicida (Leer en: https://www.psicologia-online.com/como-superar-la-depresion-por-una-ruptura-4096.html).
Algunas personas presentan más riesgo de padecer depresión después de una ruptura, por ejemplo, aquellas que presentan una historia familiar de depresiones u otros anormales estados del ánimo.
Otros factores que favorecen la depresión tras una ruptura son: cambios hormonales, la pérdida de trabajo o de un ser querido.
Los profesionales que diagnostican y tratan la depresión son el psicólogo y el psiquiatra.
TRATAMIENTO
-Psicológico: La terapia psicológica es muy efectiva en personas con depresión.
-Psiquiátrico: Si solo la terapia no es suficiente, un psiquiatra además prescribirá antidepresivos que ayudarán a afrontar las emociones más severas.
RECOMENDACIONES
-Superar una ruptura amorosa puede resultar más fácil cuando se cuenta con el apoyo de familiares y amigos.
-Rodéese de gente positiva, que le anime, le hará muy bien.
-Evite personas negativas que le juzguen o critiquen, ya que pueden empeorar su depresión.
