Papantla, Ver.- Tras reunirse con los encargados de la zona arqueológica El Tajín para denunciar que no ha sido respetado el rol de trabajo por parte del recién designado administrador Roberto Lozano, trabajadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia están a la espera de una respuesta que dé solución a sus reclamos, manifestando su malestar, pues las condiciones laborales en las que trabajan no son las adecuadas, señaló Roberto Pérez García, uno de los líderes.
Los custodios del INAH se reunieron con el subdirector, al cual denunciaron que los agredió de manera verbal, además de arrebatarles sus herramientas de trabajo, por lo que piden respeto a sus condiciones laborales, de lo contrario advirtieron con tomar otras medidas para que este funcionario muestre respeto hacia los custodios y demás personal que labora en la zona arqueológica El Tajín, denunciando además una violación al servicio profesional de carrera, pues tanto el subdirector como el administrador fueron colocados en sus puestos por dedazo.
Es decir, señalaron los trabajadores del INAH, ambos funcionarios fueron impuestos sin cubrir el perfil necesario para poder desempeñar dichos cargos, lo que ha dejado mucho qué desear en el funcionamiento de esta zona. De igual forma denunciaron violaciones a las condiciones laborales, en donde se ha dado el cambio del personal en distintas áreas, lo que ha afectado el funcionamiento de ese centro ceremonial totonaco, por lo que los trabajadores responsabilizan a los directivos sobre cualquier hecho que pudiera afectar las finanzas y la estabilidad de esta zona.
Finalmente, Pérez García argumentó que “estamos cansados de los malos tratos por parte del administrador, por ello es que denunciamos públicamente los actos que vienen cometiendo los directivos, los cuales no han querido dar respuesta a nuestras demandas, por lo que damos un emplazamiento para que el INAH atienda nuestras solicitudes, de lo contrario tomaremos otras medidas”, señalaron los custodios de la zona arqueológica El Tajín, quienes se dicen cansados de los malos tratos que reciben por parte de los encargados de la ciudad sagrada.