EMILIANO ZAPATA, Ver.- Vecinos de Rinconada, Palo Gacho, Buenavista y El Aguaje, del municipio de Emiliano Zapata, sufren por la falta de agua desde 2017, debido a que el sismo de septiembre de ese año desvió el cauce del manantial que los abastecía.
Según Rafael García Jiménez, agente municipal de El Aguaje, son alrededor de 15 mil afectados entre los cuatro poblados y la situación se complica aún más porque las lluvias han sido muy escasas durante los últimos años.
El manantial disminuyó en casi 50% tras el sismo y sigue a la baja, lo que mantiene la preocupación entre la población afectada.
Al recorrer la zona afectada, vecinos coincidieron en que el agua que les queda tienen que racionarla entre los cuatro poblados, además de que el Ayuntamiento los respalda con pipas, que en ocasiones no alcanzan para todos. Frente a sus hogares es común ver cubetas y tinacos en espera de que llegue la carga del líquido.
Desde que inició la escasez han buscado el apoyo del Ayuntamiento para aprovechar otro nacimiento cercano que puede dotarlos del vital líquido.
Aseguran que desde 1999 cuentan con una concesión de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para poder explotar el nacimiento de donde se pretende extraer el vital líquido.
Las autoridades locales además han dispuesto de personal para revisar las fuentes de agua y establecer si es posible la construcción de un pozo a la brevedad.
La falta de agua no afecta drásticamente las labores del campo, porque en algunos poblados hay sistema de riego, sin embargo, la escasez daña notablemente a la población, pues en ocasiones no hay ni para el aseo.