NAOLINCO, Ver.- La invasión de rutas es común en los poblados de Tenampa, Espinal, Tepetates y en el fraccionamiento Cuatro Soles, según lugareños, además de que fácilmente pueden verse taxistas de Xalapa ofreciendo el servicio en esos lugares.
Vecinos aseguran que esta situación lleva años y que no ha sido regulada por la falta de oficiales de Tránsito Estatal y de Transporte Público en la zona.
Los taxis son utilizados como colectivos y la tarifa del servicio es de 25 pesos por persona, de cualquiera de esos poblados a la avenida Chedraui Caram, a un costado de Plaza Crystal.
Los habitantes sostienen que difícilmente entran taxis de Naolinco a dar servicio, por ello los de Xalapa diariamente trabajan la región, a pesar de no ser de su jurisdicción.
Uno de los ruleteros de Xalapa sostuvo que el elevado número de taxistas que laboran en la región de la capital los dejó casi sin trabajo, por lo que han tenido que ingeniárselas para laborar en estos y otros poblados.
En calles de Tenampa y en el fraccionamiento Cuatro Soles se ve más el movimiento de taxis de Xalapa; las unidades llegan con pasaje y no tardan en subir a otros para iniciar el regreso a la ciudad.
Entre los usuarios hay quienes se dicen inconformes, pues los ruleteros no quieren llevarlos más allá de PlazaCrystal, a pesar de que todos los pasajeros coincidan en puntos más lejanos, como a la zona centro.
SON UNA COMPETENCIA DESLEAL
La invasión de rutas, que realizan taxistas de Xalapa en comunidades de municipios aledaños, debilita la entrada de ingresos económicos en agravio de compañías de autobuses foráneos, sostuvo Óscar Huerta, gerente de Autotransportes Banderilla(ATB).
Para evitar que los taxistas oferten servicio fuera de su jurisdicción se necesita del respaldo de las autoridades de Transporte Público de forma permanente. Dicha situación ocurre desde hace mucho tiempo y se agudizó con el elevado aumento en el número de taxis de la jurisdicción Xalapa, que son más de 12 mil. El panorama puede verse en comunidades de Naolinco y Jilotepec, por citar algunos poblados.
Los taxistas comúnmente la hacen de colectivo en los poblados, lo que representa una competencia desleal para los camioneros, pues los pasajeros prefieren los automóviles de alquiler por rapidez y mayor comodidad.
Ante la falta de ingresos difícilmente las compañías de autotransporte de pasajeros podrían disponer de recursos para dar mantenimiento preventivo a sus unidades o comprar camiones nuevos, pues valen un millón y medio de pesos cada uno.
En el caso de ATB se han perdido rutas foráneas ante la falta de ingresos, a pesar de que se han mantenido la tarifa urbana de 9 pesos y de 7 la preferencial. También mantiene acercamiento con los usuarios para evitar que les cobren de más en las rutas largas.
La empresa se ha esforzado por mantener sus unidades en buen estado y con conductores capacitados, además de que sus camiones están equipados con cámaras de videovigilancia, que están a disposición de Seguridad Pública, para dar tranquilidad a sus pasajeros. También participa y se mantiene al tanto de que el programa Mujer Segura se lleve a cabo, en coordinación del InstitutoVeracruzano de las Mujeres (IVM).
