Córdoba, Ver.- Su devoción y fe hacía la Virgen de Guadalupe llevo a cuatro jóvenes a aventurarse rumbo a la Basílica, en la Ciudad de México donde estuvieron aproximadamente 3 días, luego de ello emprendieron nuevamente su viaje para volver a los estados de Yucatán y Quintana Roo, sus puntos de origen, así lo narró Jorge Nah, peregrino Guadalupano proveniente de Akil, Yucatán.
Cada año, estos jóvenes hacen diversas promesas de salud, economía y de cuidados a la Virgen de Guadalupe y como su manda católica lo indica, el dar las gracias en la casa mayor de la Virgen es un viaje que emprenden y hacen pese a las condiciones de pandemia y las inclemencias del clima, por ello se preparan con meses de anticipación para que mes y medio antes de noviembre empiecen su trayecto hacía la Basílica.
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Los yucatecos salieron de su lugar de origen el 23 de octubre, mientras que los procedentes de Quintana Roo empezaron el 4 de octubre pues para ellos es sumamente importante llegar un previo al 12 de diciembre a sus comunidades, ya que las festividades a la Virgen son pieza importante de su cultura y tradiciones.
Su trayecto ha sido pasar por Tepeaca, Tlaxcala, Silao, hasta llegar está tarde a la ciudad de Córdoba donde descansaran para seguir su trayecto, siendo que el cansancio no es impedimento para ellos pues su espalda está cuidada en todo momento.
Jorge de 21 años, comentó que parte de su encomienda es llevar imágenes religiosas nuevas para sus vecinos, amigos o familiares por ello, en sus espaldas, apilados y emplayados como si se tratara de una mochila van cargando diversas imágenes religiosas que son llamativas a la vista pues sobresale la figura de la Virgen de Guadalupe.
"Nosotros cargamos 20 a 25 kilos, estas imágenes son encargos que nos hacen los familiares, nosotros las compramos en México y las entregamos, salimos de la ciudad de México el 8 de noviembre y hoy vamos a descansar en la ciudad de Córdoba, nuestro destino es las Tinajas, Cosamaloapan hasta salir del estado de Veracruz"
Las promesas a la Virgen morena son diferentes, pero para el entrevistado su familia, la salud, el trabajo y aspectos de la pandemia son primordiales.
Cuestionado sobre por qué adelantar su viaje de fe y no esperar hasta el 12 de diciembre, los 4 jóvenes comentaron que es muy difícil llegar ese día a la Basílica por la cantidad de personas que la visitan e infortunadamente la casa del Peregrino no es tan grande para albergar a muchas personas.
Estos cuatro jóvenes de 19, 21 y dos de 28 años continuarán su camino a bordo de sus bicicletas, donde detrás del asiento lleva una mochila con poca ropa, una pequeña manta para el frío, herramientas y refacciones para las bicicletas, ya que si alguna se llega a descomponer no invierten en repararla, “nosotros les damos talacha, cuando se nos pincha la bicla tenemos que repararlas y es más pesado caminar por ello aprendimos a componerlas”.
Narró que cuando se detienen en las ciudades a descansar difícilmente duermen porque aunque saben que son vulnerables a la inseguridad, las imágenes religiosas que cargan en todo momento los han cuidado, ya que no les ha pasado nada.
La imagen grande de la Virgen de Guadalupe, un San Judas Tadeo, imágenes del Niño Doctor, Juan Diego, entre otras forman parte de las figuras que estos jóvenes cargan y que esperan pronto llevar a sus dueños, pues aunque algunas figuras les pertenecen, su mayoría son encargos.
Como en todo su trayecto lo hacen, descansan esta noche en un parque o a las afueras de una tienda de conveniencia para que mañana temprano sigan su rodada hasta sus destinos.
