Organizaciones civiles y religiosas condenan asesinato de sacerdotes jesuitas 

La Conferencia del Episcopado Mexicano condenó esta tragedia y exigió una pronta investigación y seguridad para la comunidad y todos los sacerdotes del país

El Sol de México

  · martes 21 de junio de 2022

Ha conmocionado a México el asesinato de los sacerdotes jesuitas. Foto: Pixabay

Organizaciones civiles y religiosas de México y el mundo, así como de la política, han condenado el asesinato de los sacerdotes jesuitas Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar dentro de la iglesia de la comunidad de Cerocahui, en el municipio de Urique, Chihuahua.

La Compañía de Jesús exigió justicia y además pidió que sean recuperados los cuerpos porque fueron sustraídos por los delincuentes.

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“Los jesuitas de México no callaremos ante la realidad que lacera a toda la sociedad. Seguiremos presentes y trabajando por la misión de justicia, reconciliación y paz, a través de nuestras obras pastorales, educativas y sociales”, señaló en un comunicado.

"Acribillados sin más defensa que la fe en Dios"

En el mismo tenor se pronunció el obispo de la Tarahumara, Juan José González Sandoval, quien pidió a las autoridades “cumplan con su trabajo de encontrar a los responsables y hacer justicia a todos los que han sido víctimas en esta ola de terror y miedo en estos últimos diez años".

“Acribillados en el mismo templo, sin más defensa que la fe en ese Dios al que sirvieron durante 50 años como sacerdotes. No conformes con matarlos, los asesinos se han llevado sus cuerpos, sufriendo la misma suerte de tantos desaparecidos dejando estela de dolor, tristeza e indignación en todos los que los queremos y quisiéramos rendirles el homenaje que se merecen con unas exequias de cuerpo presente”, afirmó.

El padre añadió: "Una muerte totalmente absurda a los ojos humanos, pero desde la fe un martirio, una ofrenda y el premio a toda su vida de entrega, desprendimiento y amor, que siempre les caracterizó como sacerdotes. Exigimos el cese de violencia en todo nuestro país y rezamos por las víctimas para que el Señor las reciba como ofrenda agradable y también pedimos por los victimarios para que se conviertan ante el mal que hacen y provocan a toda la sociedad".

La Conferencia del Episcopado Mexicano externó que “con profundo dolor e indignación se unen en oración con la Compañía de Jesús por el lamentable homicidio de dos de sus sacerdotes jesuitas, el padre Javier Campos Morales y el padre Joaquín César Mora Salazar”.

Asimismo, condenó públicamente esta tragedia “y exigimos una pronta investigación y seguridad para la comunidad y todos los sacerdotes del país”.

“Queda demostrado que se están rebasando todos los límites de la violencia y del respeto humano al atentar contra un hombre de Dios y al atacar a otro dentro del templo del Señor, el cual merece todo nuestro respeto. Volvemos a hacer un llamado a todos para deponer las armas y acabar con toda forma de violencia, pues todos podemos ser constructores de la paz. Nadie tiene derecho a atentar contra la vida de su hermano y no hay nada que justifique semejantes violencias”, subrayó.

La Arquidiócesis Primada de México hizo un llamado a unirse en oración por el eterno descanso de los sacerdotes jesuitas asesinados y por el cese de la violencia en nuestro país.

Desde la ONU a universidades, piden justicia

La Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) condenó el asesinato de los dos sacerdotes jesuitas y solicitó a las autoridades llevar a cabo una investigación efectiva y exhaustiva de estos asesinatos

“El asesinato de estos dos reconocidos sacerdotes nos recuerda la situación de violencia extrema y vulnerabilidad que enfrentan las comunidades de la Sierra Tarahumara en Chihuahua”, señaló Guillermo Fernández-Maldonado, representante en México de la ONU-DH.

Sobre el homicidio, la agencia de la ONU pidió poner especial atención en las comunidades serranas del estado, en donde solicitó medidas de protección inmediatas, efectivas y concertadas con las mismas comunidades, que permitan proteger la vida e integridad de quienes las habitan.

Mientras la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) en México lamentó el “brutal asesinato de los hermanos jesuitas” e hizo un llamado por el pronto esclarecimiento de su muerte “y expresamos nuestras condolencias a sus familiares y amigos, descansen en paz”.

El Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez también condenó el homicidio y se solidarizó con la Compañía de Jesús y las familias.

La Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México, "confiada a la Compañía de Jesús", también condenó enérgicamente el asesinato de los jesuitas y se pronunció por la eliminación de la impunidad. "Manifestamos nuestra empatía y solidaridad con todas las personas que padecen injusticias", añadió.

La universidad además exigió la recuperación de los cuerpos de las víctimas y demandó el esclarecimiento de lo ocurrido.

Con el posicionamiento de la Ibero, la universidad se unió a la voz de la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús “que demanda, de forma inmediata, la adopción de medidas de protección para salvaguardar la vida de nuestros hermanos jesuitas, de personas religiosas y laicas, así como de toda la comunidad que se vio afectada”.

“No cejaremos en nuestros esfuerzos por impulsar el diálogo, los acuerdos y la conciliación frente a la errónea opción de la violencia y las armas. Nos pronunciamos por la reparación del daño y por la eliminación de la impunidad”, finalizó la universidad.

En tanto, Artículo 19 señaló que los asesinatos de los sacerdotes jesuitas ocurren en un contexto de violencia en la Sierra Tarahumara, por lo que solicitó que las autoridades garanticen la reparación del daño y la no repetición de crímenes similares.

En un comunicado, además de manifestar su solidaridad hacia a amigos y familiares, la organización aseguró que la muerte de ambos sacerdotes causa una gran pérdida para la comunidad.

Ante esto, se unió a la exigencia para recuperar los cuerpos de las víctimas, quienes fueron sustraídos del templo donde se encontraban.

Gobernadora de Chihuahua atendió personalmente protocolos de seguridad

Tras lamentar y condenar estos hechos, la gobernadora de Chihuahua, María Eugenia Campos, informó que ella de manera personal atendió los protocolos de seguridad y aseveró que las autoridades montaron una estrategia para garantizar la seguridad de los otros clérigos ubicados en esa región del estado.

“Personalmente atendí los protocolos de seguridad y coordinación entre las corporaciones de seguridad para garantizar la protección de los religiosos que se encuentran en la zona. Me comuniqué con los sacerdotes y autoridades para dar seguimiento puntual de las acciones a seguir”, expresó Campos Galván.




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