COSOLEACAQUE, Ver.- Familiares y amigos de Lázaro, el niño asesinado por su padre dentro de un kínder el lunes, fue sepultado en medio de llantos, aplausos y cantos.
Cerca de las 14:00 horas llegó el cortejo fúnebre al jardín de niños Rosalía Castro, en el barrio Tercero, donde ya esperaban al menor sus compañeros, maestros y padres de familia, quienes montaron guardia junto al féretro al momento que aplaudían, lloraban y seguían sin dar crédito de lo ocurrido.
El niño murió desangrado luego que su padre, Lázaro A. M., le cortara las venas con una navaja. Hoy se sabe que el hombre estaba mal anímicamente porque se negaba a aceptar el divorcio que le solicitó la madre del menor.
Después de darle muerte a su hijo, decidió colgarse de una cuerda que amarró en un baño y morir junto a su vástago.
Los profesores del jardín de niños donde el menor estudiaba su tercer grado acompañaron al cortejo fúnebre que partió rumbo a la iglesia Preciosa Sangre de Cristo, donde se le realizó una misa de cuerpo presente, para finalmente ser llevado el cuerpo al panteón municipal, donde fue sepultado poco después de las 16:00 horas.